Una encuesta realizada por la consultora Mercer en 12 países mostró que, a la vez que sube la esperanza de vida, se mantiene la incertidumbre financiera sobre qué pasará luego de la jubilación.
Mientras la esperanza de vida se extiende en todo el mundo, buena parte de la población no se siente lista financieramente para jubilarse una vez pasada la sexta década. Así lo demostró un estudio global, que además indicó que sólo 1 de cada 4 adultos económicamente activos considera que ahorrará lo suficiente para su retiro.
Se trata de una encuesta realizada entre julio y agosto del año pasado, por la consultora Mercer a adultos mayores de 18 años de distintas latitudes como China, Irlanda, Japón, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia, Reino Unido, Estados Unidos, Chile, Brasil y México.
Los consultados reconocieron que, ya sea por necesidad económica o por decisión personal, planean trabajar por encima de la edad jubilatoria pactada en cada uno de esos países.
Casi el 70% de los encuestados, espera seguir trabajando en cierto grado o no jubilarse nunca. Como trabajar por un periodo más extenso requiere tener cierto grado de aptitud física, la salud es vital para el patrimonio. Aun así, sólo un 39% declara tener un buen o excelente estado de salud compatible con el trabajo que desarrollan en la actualidad.
«Hay una convergencia de tendencias globales alrededor de todas estas incertidumbres económicas, que se marcan por crisis fiscales, por una mayor longevidad, por fondos de pensión insuficientes. Todos estos temas se interrelacionan con el tema salud», explicó en diálogo con El Cronista Ana María Weisz, Directora de Wealth de Mercer en Argentina.
El 88% de los adultos se siente responsable por sus ingresos de jubilación, pero muchos no toman las acciones necesarias. Son varios los factores que afectan la capacidad de ahorro e inversión: estrés, accesibilidad, y confianza en las inversiones, según la edad, género y etapa de vida.
En la actualidad, un tercio de los encuestados indica que no ha realizado ningún cálculo financiero de ahorro para la jubilación, y el mayor segmento de la fuerza laboral (la generación del milenio o los millennials) cambia de trabajo con mayor frecuencia, lo que también tiene impacto en los ahorros. Las mujeres enfrentan diferencias por género en cuanto a desigualdad salarial y continuidad laboral; y los trabajadores independientes o informales se las tienen que arreglar casi solos.
«Los planes de pensión están creciendo en Argentina pero no así el asesoramiento, y la siembra de interés en el tema. Necesitamos más sponsors: empresas, colegios de profesionales, sindicatos, instituciones financieras, aseguradores, y por qué no las instituciones educativas. Es fundamental la inversión en tecnología», añadió.
En este punto, resulta clave el papel de los empleadores y del sistema financiero en general. Un 79% sostiene que los consejos de su empleador son seguros e independientes en cuanto a la planificación, ahorro e inversión. Estos datos demuestran que existen oportunidades para que los empleadores desempeñen un papel crucial para superar los obstáculos de inversión actuales para las personas. En comparación, solo uno de cada seis encuestados indica haber consultado un asesor financiero para calcular los ahorros para la jubilación, tal vez porque solo el 56% de los encuestados indicó que confiaba en los asesores financieros.
«Argentina está dando pasos. Por ejemplo, a partir de la reforma tributaria se establece que va a haber un monto deducible de Impuesto a las Ganancias por año para Seguros de Retiro, Seguros de Vida con ahorro y Fondos Comunes de Inversión que tengan por objeto la pensión. De todas formas, el monto propuesto de $30.000 anual para deducir, me parece todavía muy escaso», afirmó la especialista.