Tras la rebaja de la nota a Brasil el real llegó a 3,85 por dólar. La competitividad cambiaria de Argentina con su vecino volvió a niveles de 1999, en plena convertibilidad
La crisis que atraviesa Brasil disparó la cotización del dólar en ese país y devolvió ayer a la competitividad del real a niveles de 1999, según especialistas. Mientras que la divisa en Brasil subió siete centavos a 3,85 reales por unidad el Banco Central de la República Argentina (BCRA) mantuvo ayer su política de microdevaluaciones de la divisa en el mercado cambiario mayorista y dejó que avance seis milésimas hasta los $ 9,35. El BCRA, que debió vender u$s 100 millones, parece resignada a resistir la devaluación del vecino sin girar el timón porque para recuperar la relación de fuerzas con Brasil que existía cuando fue electa Cristina Fernández de Kirchner en 2011 el dólar oficial tendría que saltar a $ 18,50. Y debería estar a $ 22,70 para volver a la situación del 2007, en el inicio del primer mandato.
Los economistas miden la competitividad del peso a través de lo que llaman tipo de cambio real, una medición del valor de una moneda que agrega al precio el efecto de la inflación interna sobre su poder de compra y lo comparan con los mismos datos de los socios comerciales del país para conocer qué tan barata o cara está la Argentina.
Así, el tipo de cambio real bilateral (TCR) entre Argentina y Brasil que mide la consultora Elypsis está en su nivel más bajo desde 2002, justo antes de la devaluación. Tomando como base 100 noviembre de 1998 la consultora calcula que la variación de los tipos de cambio de los dos países llevó al TCR a 70,35 ayer, el mismo nivel que rondaba en el año 1999. Antes de la devaluación llegó a rozar los 50 puntos.
Traducido, lo que muestra el indicador es que mientras el dólar en la Argentina avanza cerca de 12% en los últimos doce meses y los precios internos ganan 25,3% interanual (según C&T Asesores) el país se encarece en dólares. En cambio en Brasil el dólar avanza 68% en 12 meses frente a una inflación de algo más del 9% interanual, o sea que el país se abarata.
El encarecimiento de la Argentina y el abaratamiento de Brasil se combinan para devolver al poder de compra de las dos monedas al que existía en 1999, cuando todavía los turistas argentinos jugaban al deme dos en las playas de Florianópolis.
«No es un panorama alentador, para nada, no creo que ese 3,90 sea fácil de defender para el Banco Central de Brasil porque después del recorte de nota de Standard & Poor’s vienen los recortes de Fitch y Moodys.
Llevarlo para abajo le va a costar muchísimo, aunque lo van a intentar para tratar de frenar la inflación», dijo Gabriel Zelpo, analista de Elypsis. «A nosotros nos abarata las vacaciones, nos dificulta colocar mercadería allá y nos va a empujar a trabar más las importaciones», agregó.
Siguiendo los cálculos de Elpysis, para que el TCR con Brasil volviera a los niveles a los que estaba cuando Fernández de Kirchner obtuvo el 54% de los votos habría que disparar al dólar oficial a $ 18,50, algo no del todo aplicable con la inflación local, como ya comprobó el Gobierno en enero de 2014
«La situación de Brasil te consolida un escenario en el que los dólares no van a venir por la vía comercial», dijo Martín Polo, economista de Analytica. «Así las cosas, tu salida tiene que ser por la cuenta financiera ?colocar deuda en el exterior?, porque con una inflación del 30% es muy difícil tener una ganancia de competitividad por devaluación», concluyó.