La bolsa porteña terminó en positivo en una plaza selectiva dada la cautela operativa a la espera de definiciones en el canje de deuda soberana. El riesgo país registró su nivel más bajo desde el 13 de marzo.
La bolsa porteña cerró ayer en positivo y los bonos terminaron mixtos en una plaza selectiva dada la cautela operativa a la espera de definiciones en el canje de deuda soberana que impulsa el Gobierno.
El índice accionario S&P Merval avanzó un 1,8%, a 34.159 unidades, donde se destacaron las subas anotadas en acciones del segmento energético.
Las principales alzas fueron anotadas por las acciones de Transener (+12,9%), Transportadora de Gas del Norte (6,5%) y Banco Supervielle (5,5%), mientras que las bajas más importantes fueron registradas por Holcim (-2%), Cresud (-0,4%) e YPF (0,1%). En Wall Street, las acciones argentinas registraron importantes subas: Mercado Libre (19,6%) y Banco Francés y Banco Galicia, hasta casi 6%.
En el segmento de la renta fija, los principales bonos en dólares cerraron dispares, en una jornada en la que el riesgo país cayó por segunda rueda consecutiva y toca mínimos en casi dos meses.
Entre los cotizantes en pesos, el Bonar 2024 cayó un 3,2% mientras que el Bonar 2020 subió un 1% y el Discount bajo ley argentina avanzó un 0,45%. Asimismo, las versiones dolarizadas registraron caídas de hasta 2,2% y subas de hasta un 1,8%.
El viernes vence el plazo para que los inversores digan si aceptan la oferta reestructuración del Gobierno argentino que incluye un recorte de intereses del 62%, un período de gracia de tres años y una quita de capital del 5,4% de sus bonos en dólares.
Un grupo de 138 economistas de 20 países, incluidos los galardonados con el Premio Nóbel Joseph Stiglitz y Edmund Phelps, instaron el miércoles a los tenedores de bonos de Argentina a adoptar un «enfoque constructivo» ante la propuesta de reestructuración.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo a Reuters que no hay planes de extender el plazo del viernes para cerrar un acuerdo que ofrece a sus acreedores un recorte de intereses del 62%, un período de gracia de tres años y una quita de capital del 5,4% de sus bonos en dólares.
«A dos días de que expire la oferta oficial, y frente al rechazo de grandes grupos de inversores, las especulaciones sobre alguna posible mejora en el diseño actual van marcando los movimientos del mercado», dijo la correduría Portfolio Personal Inversiones.
Añadió que «en un marco donde no se descarta una extensión en los plazos para cerrar un acuerdo, el análisis está en cuanto margen tiene el gobierno para mejorar la estructura del canje medido siempre en relación al enorme costo de entrar en default».
El economista Gustavo Ber planteó que «la disposición del equipo económico a evaluar una contraoferta de los acreedores, junto a un mejor clima externo, contribuyeron en la recuperación de los activos locales, ya que las castigadas valuaciones actúan como imán para los fondos más especulativos del exterior orientados al ‘trading’ que responden al ritmo de los ‘headlines'».
«Aunque resulta auspicioso que se abra una negociación a partir de una contraoferta de los principales grupos de bonistas externos, la cual deberá ser viable según las restricciones planteadas por las autoridades a fin de ayudar a acercar posiciones, el camino sería sinuoso y estaría sujeto a idas y vueltas», continúo Ber.
Agregó que «más allá de la prórroga que pudiera realizarse hasta el 22 de marzo, donde quedarían tan sólo dos semanas para que las negociaciones lleguen a buen puerto, y también puedan cumplirse con los requisitos de la oferta, en caso de lograrse avances aún así podría llegar a ser necesario evaluar instrumentar un ‘standstill’ o cancelar las rentas de los Globales para evitar un ‘default'».
El riesgo país que mide el JP Morgan cedió un 2,3% a 3.374 puntos básicos, el menor nivel desde el 13 de marzo.