La calificadora se suma así a Fitch, que bajó la perspectiva de su rating la semana pasada. Menor crecimiento, más inflación y peor perfil financiero, las causas
Sólo cuatro días después de que Fitch redujera la perspectiva de la calificación de Argentina a negativa, Standard & Poors, otra de las big three del mercado de ratings soberanos, directamente redujo la calificación de la deuda del país. La nota pasó a «B» desde «B+» en una decisión que fue fundamentada en un empeoramiento del perfil de deuda soberana, más inflación y menores previsiones de crecimiento.
«Ha habido una erosión del perfil de deuda de Argentina, de la trayectoria de crecimiento económico y de la dinámica de inflación tras los reveses en la implementación de su desafiante programa de ajuste económico», dijo Standard & Poors en un comunicado distribuido anoche.
«Bajamos nuestras calificaciones soberanas de largo plazo de Argentina en moneda extranjera y en moneda local a B desde B+ y confirmamos nuestras calificaciones de corto plazo en moneda extranjera y moneda local de B», añadió el comunicado.
La empresa redujo también su evaluación de «riesgo de transferencia y convertibilidad» (T&C) de «B+» a «BB-«. El riesgo de T&C, en el lenguaje de las calificadoras, es el riesgo político o regulatorio: la posibilidad de que se apliquen normas restrictivas a nivel cambiario y financiero que dificulten el pago de deuda.
En agosto, Standard & Poors había modificado la perspectiva de su calificación -esto es, el sesgo más probable de próximas decisiones de rating- de estable a negativa. Con el recorte de la nota concretado ayer, sin embargo, la perspectiva de la calificación volvió a ser estable. «El Gobierno implementará medidas fiscales, monetarias y de otro tipo para estabilizar la economía durante los próximos 18 meses», fundamentó la empresa la perspectiva.
La semana pasada Fitch bajó la perspectiva de su calificación de estable a negativa, pero sin modificar la nota. Moodys, por su parte, mantiene sin cambios su calificación desde noviembre de 2017.
«El impacto reciente de la irregular implementación de la estrategia económica del Gobierno nos ha llevado a empeorar nuestras proyecciones para el perfil financiero, inflación y desempeño económico del soberano durante los próximos dos años», dijo Standard & Poors.
Las nuevas previsiones de la calificadora estiman que la economía caerá 2,5% este año y casi 1% en 2019, con una modesta recuperación al año siguiente.
En materia de inflación, estiman que 2018 cerrará en torno a 44% para caer gradualmente hacia 25% el año que viene.
Por último, los analistas de la compañía estimaron que, como resultado de la devaluación del peso y que la mayor parte de la deuda del país esté en moneda extranjera, el peso de la deuda rebase 80% del PBI este año, desde 50% en 2017.