El titular del Banco Central reconoció que no se llegó a la meta de 2017 por un excesivo relajamiento monetario a comienzo del año y por el impacto que tuvo el alza de los precios regulados, que no estaba prevista en la política monetaria.
«Estamos con una tasa política monetaria muy alta, con una inflación núcleo que viene cayendo. Eso justifica el movimiento de tasas que hicimos en la última reunión de política monetaria. Por supuesto, también se anticipa la posibilidad de reducir esa tasa de política monetaria o ir a un nivel un poquito más bajo por el cambio en la meta de inflación que se anunció a fin de año», sostuvo ayer el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger en conferencia de prensa.
El funcionario aclaró que el sendero de «acomodamiento» de la política monetaria será «cauteloso», mientras que la baja tendrá que ser «medida y gradual» y se hará «mirando los datos de la economía».
En el mismo sentido, Sturzenegger resaltó que la entidad que dirige encara 2018 con mejores puntos de partida respecto de 2017 ya que la inflación (general y núcleo) es menor, el tipo de cambio real estable, los precios regulados aumentarían menos, la meta de este año es más accesible y el sesgo restrictivo de la política monetaria es mayor. «La tasa de política monetaria real ex ante que el BCRA estaba defendiendo a comienzo de 2017 era de 3,9%. El 2018 lo arrancamos con una tasa de interés real sustancialmente más alta (10,5%)», observó.
Al momento de explicar por qué en 2017 se superó el objetivo inflacionario de 17% que se había fijado, Sturzenegger puntualizó: «Tanto el shock de (precios) regulados como esa desviación en los primeros meses, que nosotros atribuimos el relajamiento de la política monetaria a fines de 2016 y comienzo de 2017, explicarían el desvío de la meta de este año».
«Claramente terminamos el año con un desvío que está más que 100% explicado por lo que ocurrió en los primeros meses del año (…) hablamos de un relajamiento de la política monetaria en la segunda mitad de 2016 y comienzo de 2017 que, ex post, resultó que había sido demasiado agresivo para lo que necesitaba el proceso de desinflación», asumió el titular de la autoridad monetaria. Sin embargo, el funcionario destacó que hacia fines de febrero pasado el BCRA anunció una mayor restricción monetaria que empezó a dar frutos desde mayo, cuando la inflación núcleo bajó su velocidad de crecimiento en 7 puntos porcentuales.
Luego hacer un mea culpa sobre el excesivo relajamiento monetario de la primera parte del año, Sturzenegger hizo foco sobre la incidencia de los precios regulados en el desvío de la meta. Sobre su desempeño en 2017, afirmó: «Los incrementos durante este año fueron superiores a los que habíamos anticipado», afirmó. El presidente del BCRA puntualizó que hubo «una suba muy importante del precio del combustible a nivel internacional» y, por otro lado, confesó que no habían anticipado el alza de tarifas que el Ejecutivo hizo a fin de año. «Cuando el Gobierno anticipó el cronograma de corrección tarifaria, adicionó un par de puntos en diciembre. Debiera decir, para tener estricta justicia, que también a principio de año habíamos anticipado aumentos de transporte que no se dieron», señaló.
Con todo, Sturzenegger calculó que los regulados subieron 38,7% en 2017 y estimó que aportaron 2,1% a la inflación de 2017 que cerró en 24,8% y reconoció que «la política monetaria no se había calibrado para tener en cuenta esos dos puntos».
«Bastante de eso fue en diciembre, entonces, esperábamos terminar el año con algunos números un poco mejor y esa anticipación de las correcciones tarifarias nos alejó un poquito», añadió.
Para este año, en tanto, el BCRA calcula que los precios regulados aumentarán bastante menos, en torno al 21,8%.
3,9%
Era la tasa real ex-ante que el Banco Central defendía a comienzo de 2017, en un momento de política monetaria más expansiva
10,5%
Es la tasa real ex ante con la que la autoridad monetaria encara 2018. Para el presidente del organismo, Federico Sturzenegger, es demasiado contractiva y por eso, sostuvo que podría haber una baja gradual este año