El Banco Central (BCRA) mantuvo ayer sin cambios la tasa que paga por su letras Lebac a 35 días a falta de señales «claras ni persistentes» de una desaceleración de la inflación, a pesar de que las presiones cambiarias que ayudaron a devolver a esos rendimientos a máximos históricos en febrero pasado desaparecieron en los últimos dos meses.
La entidad que conduce Federico Sturzenegger inyectó $ 451 millones a la base monetaria como resultado de la operación, aunque intervenciones en el mercado secundario de letras habían contraído el circulante en $ 2839 millones en los días previos.
«Este Banco Central ha manifestado en oportunidades anteriores que bajará la tasa de interés sólo cuando vea una inflación sustancialmente más baja que la observada hasta ahora, y en descenso. Aunque los indicadores analizados por el BCRA semanalmente sugieran una cierta desaceleración en abril de la inflación de precios no regulados, esos signos no tienen la claridad ni la persistencia que se requeriría para alterar los actuales niveles en las tasas de interés», explicó la autoridad monetaria en un comunicado.
Las colocaciones de Lebac tienen efecto monetario, cuando el monto emitido supera a los vencimientos del día, la masa monetaria se contrae. Cuando sucede lo opuesto, se inyectan pesos a la calle. Ayer el BCRA recibió ofertas por $ 58.290 millones, de las cuales adjudicó $ 57.789 millones. Como enfrentaba vencimientos por $ 55.543 millones más intereses, el resultado fue una expansión de la base monetaria de $ 451 millones.
Las tasas de corte se ubicaron en 38%, 36%, 34%, 31%, 31,85%, 32% y 32,25% para los plazos de 36, 63, 98, 119, 147, 203 y 252 días, respectivamente. Sólo la de 63 días subió 50 puntos básicos, el resto permaneció estable.
Desde inicios de marzo que Sturzenegger usa la tasa como herramienta anti inflacionaria, como paso previo al uso de metas de inflación. Las Lebac al 38% calzadas con coberturas en dólares (el «sintético»), son el trade preferido por inversores locales y extranjeros.