El presidente del Banco Central defendió su política de tasas altas en el marco de las Jornadas Monetarias y Financieras que organizó la entidad. Afirmó que en los próximos meses no bajará las tasas para alcanzar el objetivo fijado por la autoridad monetaria de una inflación de alrededor de 10% para 2018
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, volvió a defender la política monetaria que encaró la entidad en desde finales de 2015 y aclaró que «no están dadas, para nada, las condiciones para un relajamiento de la política monetaria» si se quiere alcanzar el objetivo fijado por la entidad para el año próximo de una inflación de 10%, con un margen de 2 puntos porcentuales más o menos.
Al inaugurar las Jornadas Monetarias y Financieras, que realizan entre ayer y hoy el Banco Central, Sturzenegger reconoció que se produjo un relajamiento de la política contractiva de tasas luego de una rápida desinflación y que el resultado fue «un crecimiento de la inflación en febrero/marzo» de este año.
El funcionario explicó que en los tres primeros meses de mandato hasta marzo del 2016, la autoridad monetaria «debió enfrentar los desequilibrios» que presentaba la economía, «lo que lo llevó a absorber el 25% de la base monetaria».
Más tarde, Sturzenegger explicó: «Comenzamos a trabajar en reducir la inflación» con tasas de interés al 38% nominal anual «lo que produjo una rápida desinflación».
En este punto, enfatizó que «en la segunda mitad del 2016 la inflación bajó al 1,4% mensual, un 18% anualizado
Sin embargo, admitió que: «A medida que el proceso de desinflación se hacía más efectivo, se fueron relajando las políticas» monetarias contractivas de tasas por sobre la inflación, «lo que generó un crecimiento de la inflación en los meses de febrero y marzo» de este año, agregó.
En este punto, el presidente de la autoridad monetaria recordó que «volvimos a ser restrictivos y a partir de mayo las tasas de inflación fueron del 1,4% mensual.
Dejando de lado el objetivo que la autoridad monetaria se había propuesto para 2017, de alcanzar una inflación de 17% y con la vista puesta en los últimos meses de este año, el ejecutivo adelantó: «Este el momento de mayor dureza de política monetaria, estamos intentando llegar a tasas del 1% mensual para llegar al año próximo con una tasa de inflación del 10% más o menos 2 puntos porcentuales», dijo Sturzenegger.
En este marco, dijo, «No están dadas, para nada, las condiciones de un relajamiento de las tasas», que en el caso de las Lebac de corto plazo se mantienen en el 26,50% mientras las de mayor extensión se encuentran en el 27%.
El titular del BCRA destacó la importancia de la reducción del incremento generalizado de los precios en el nivel de actividad y una recuperación del PBI. Según dijo, a partir de la desaceleración de la inflación, «la economía comenzó a transitar una etapa de crecimiento, más tranquila en un comienzo, pero más vigorosa en los últimos dos trimestres».
Esto, explicó, se debió a la disminución de la inflación, ya que un menor ritmo en el incremento de los precios «alienta un aumento en la confianza del consumidor, aumenta el poder adquisitivo, y el crédito», desde el lado del consumo.
Pero también «genera un shock de oferta, porque baja el costo del capital, mejora el sistema de precios, y reduce el pase a precios de la inflación», resaltó.