Los rendimientos de los bonos del Tesoro Americano a 10 años tocaron ayer máximos de tres años, tras el mensaje de Lael Brainard, gobernadora de la Reserva Federal, quien aseguró que el organismo está listo para actuar con más fuerza si es necesario para combatir la inflación. Aunque luego recortaron algo su alza. En ese marco, el riesgo país de Argentina subió a 1.739 puntos básicos y los bonos argentinos nominados en dólares cerraron con pérdidas de hasta el 2%. Ámbito consultó a analistas sobre el impacto local del endurecimiento de la Fed, que incluirá una reducción de su hoja de balance.
Federico Furiase, director de Anker Latinoamérica, sostuvo: “El movimiento en el mercado es de una suba de tasas de los bonos porque se espera una Fed más restrictiva en lo monetario, con nuevos aumentos de tasas para controlar la inflación. Eso genera una expectativa de menor crecimiento económico. Y esa mayor volatilidad financiera en los mercados globales pueden generar contagios en los mercados emergentes, y en Argentina en particular”.
En esta línea, Furiase advirtió sobre posibles presiones cambiarias, ya que “ante estas medidas, las monedas emergentes corren riesgo de depreciarse contra el dólar, por lo que puede complicar la competitividad del tipo de cambio en la Argentina, algo que estuvo amortiguado por la apreciación del real contra el dólar, dado que el Banco Central de Brasil fue muy agresivo en la suba de tasas”.
Isidro Guardarucci, economista asociado a FIEL, destacó el aumento del costo de endeudamiento a futuro: “Al ser una tasa de referencia a nivel global, se sube el estándar de tasas y cualquier país que necesite financiamiento tendrá que pagar tasas más altas. Esto afecta tanto al sector público como privado, ya que tiene un efecto sobre la deuda a emitirse”.
En el caso de Argentina, Guardarucci agregó que “el sector público va a endeudarse en un mundo de tasas más caras, por lo que aumenta el peso de la deuda y las necesidades de financiamiento”. Y apuntó que “si Estados Unidos paga una misma tasa, probablemente inversores lo prefieran antes de un país tan riesgoso como argentina, por lo que puede aumentar la retirada de capitales”.
Por su parte, Santiago López Alfaro, presidente de Patente Valores, señaló que la primera suba es una vuelta a la prepandemia, por lo que no tendrá un fuerte impacto. Pero “con la emisión elevada de la pandemia y el ciclo de commodities caros que generan inflación, ahí sí se viene una nueva suba de tasas, que seguramente afecte algunos activos de riesgo, y en consecuencia a la Argentina”. De todas formas, agregó que “no creo que haya una suba muy extrema”.
Para López Alfaro, la suba de tasas de la Fed no tendrá un impacto relevante en los bonos argentinos, ya que “estos están cargados de noticias negativas, valen poco actualmente por razones económicas locales, por lo que no veo posibilidad de una caída adicional”. Por otro lado, consideró que “el ciclo de commodities elevados va a estar por un tiempo y eso impacta positivamente en la región y en la Argentina, sin embargo, provoca que entremos en una era de inflación más elevada, en comparación a los últimos años”.
Furiase coincidió en relación a los bonos, porque “partimos de niveles de bonos muy bajos, entonces en ese sentido estamos menos expuestos por las malas razones”. Sin embargo, mencionó un riesgo adicional: “El endurecimiento de la política monetaria en EE.UU. puede generar menos crecimiento económico y mayor aversión al riesgo en los mercados. Esto puede tener una presión bajista en los precios de las commodities que exporta la Argentina”.
En esa línea, Guardarucci señaló: “Algunas materias primas se utilizan a modo de inversión y, si los bonos del Tesoro Americano rinden a tasas más altas, se pierde el apetito por ese componente de inversión financiera que pueden tener los commodities. Por lo que el componente financiero de la demanda se verá afectado a la baja”.