El billete se encareció ayer $ 0,28 y llegó a su máximo histórico, en $ 18,61. El incremento podría trasladarse a mayores costos, con su impacto en precios en el comienzo de 2018
Se sabe que de la mano de las subas de tarifas, combustible y prepagas, entre otros, la inflación de diciembre va a ser una de las más elevadas del año. En el comienzo de 2018 no se relajarán los aumentos y el dólar, con el incremento de los últimos días, presionará aún más al IPC, que empezará el año un escalón más arriba de lo previsto inicialmente.
El dólar minorista escaló ayer 28 centavos y sumó su octava sesión consecutiva en alza. Así, consiguió tocar un nuevo récord de $ 18,61. Este incremento se trasladará a precios en las próximas semanas, aunque aún no es posible determinar cuánto de las subas del inicio del año serán por el «pass through» y cuánto por los incrementos que se darán en diferentes rubros, como en transporte, por ejemplo.
«El efecto en los precios se debería empezar a sentir en los meses que vienen; no es tan directo y lineal», sostuvo Melisa Sala, de LCG. Según estiman en esta consultora, tras el 2,6% de diciembre, en enero la inflación estará entre 1,5% y 1,7%.
Un punto que identificó es que el Banco Central va a dejar deslizar un poco el tipo de cambio o relajar levemente las tasas de interés, pero «es todo un desafío, que no se vaya a precios». En LCG proyectaban que 2017 terminaría con un tipo de cambio de $ 18,15, y, que en 2018 cerraría en $ 23. «El atraso cambiario, más del que hay, es medio insostenible: hasta acá llegó. Era un ancla, parecía que se había frenado la inflación», agregó Sala.
El BCRA mantuvo ayer la tasa de interés de referencia, la denominada tasa de política monetaria, que es el centro del corredor de pases a 7 días, en 28,75%. «La autoridad monetaria considera que el sesgo actual de la política monetaria es adecuado para minimizar el impacto de los aumentos de precios regulados que se están produciendo de manera de continuar la baja inflacionaria», señaló en un comunicado.
Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, graficó la suba del dólar. «Lo veo como un oleaje del mar. Nos preocupó mucho a fines de octubre cuando casi perfora los $ 17 el mayorista, a la baja. Pero cuando se despierta en la Argentina es como espasmódico», describió.
Si bien para diciembre aún no habrá efectos en la inflación del «pass through», ya por tarifas, combustible, prepagas y salarios de trabajadoras de casas particulares, en la primera quincena del mes en curso los precios saltaron un 3% para Ecolatina. «Es un fin de año con una inflación bastante recalentada, y el que viene no luce sencillo», escenificó.
Para el primer trimestre del año apuntó que las subas vendrán por el traslado a precios de la suba del dólar, el transporte, los combustibles (ver nota aparte), los celulares y el inicio de las clases en marzo. «Se viene un verano en el que a la inflación le va a costar bajar de entre 1,5% y 2%; hay varios factores que hacen que no vaya a bajar de estos porcentajes y, si además el dólar se mueve, es un tema más a monitorear», afirmó.
También el economista Alejandro Fiorito identificó que va a ser muy difícil separar y medir si las subas se dan por el dólar u otro efecto. «Son finalmente costos en alza, lo que sin dudas pasará a precios y no como plantea el BCRA», aseguró.
Las expectativas de los analistas se fueron modificando a lo largo del año con respecto a en qué nivel iba a estar el dólar a fines de 2017. Al comienzo, la mayoría vaticinaba que cerraba alrededor de $ 18, con el correr de los meses, bajaron a $ 17, y luego varios volvieron a incrementar sus proyecciones. No obstante, la entrada de divisas que surge de las colocaciones de deuda llevó a una baja en el tipo de cambio en buena parte de 2017. Esta situación, a la que se agrega la inflación, que según estimaciones privadas cerraría en torno al 24%, se tradujeron en un atraso cambiario, o en un peso apreciado en términos reales, según la definición de algunos.
El incremento de la divisa norteamericana de los últimos días responde a que el dólar se fortaleció a nivel global. «Le sumaría que a fin de año muchos buscan comprar esta moneda por turismo o para cerrar posiciones», sostuvo Camilo Tiscornia, de CyT Asesores. De acuerdo a su opinión, el impacto inflacionario del movimiento del tipo de cambio no va a ser significativo. En sí, dijo que «va a depender mucho de cuanto más suba. Si se mantiene acotado, no creo que sea mucho».
En ese sentido, apeló a la anterior suba, en las elecciones, en la que no hubo mucho efecto en los precios, señaló. «Siempre algo puede haber pero si no sube mucho más, va a ser poco. Me parece un poco coyuntural esta suba», agregó.
Gabriel Zelpo, de Elypsis, también minimizó el efecto en los precios. «No fue tanta la suba y la mayoría de las proyecciones esperaban una depreciación en el orden, de estas magnitudes».