Señalan que el incremento de la cotización internacional por la guerra puede impactar en el mercado interno, sumando tensión sobre los combustibles. A su vez, es una «gran oportunidad» para vender al exterior.
El precio del barril de petróleo Brent subió 1% hasta los u$s122,80, para encadenar un incremento superior al 54% durante los primeros cinco meses del año. Fue una jornada en la que el crudo operó con altibajos, luego de que se conocieran versiones sobre un supuesto retiro de Rusia de la OPEP (de hecho, los futuros a agosto presentaron una baja de 1,7%).
La cotización internacional del crudo, de referencia para el país, acumula una suba cercana al 25% desde que comenzó la guerra en Ucrania. Este escenario de precios al alza del crudo en los últimos meses, abre un panorama ambiguo para Argentina. Es que por un lado supone una oportunidad para que ingresen más divisas vía exportaciones, pero a la vez suma presión a los precios de los combustibles a nivel local. Y a través de ellos, también presiona sobre la inflación general.
“La suba de la cotización internacional del petróleo puede impactar en el mercado interno. Todo dependerá de cuánto se exporte: si se exporta mucho, quizá el productor pueda mantener los precios a nivel local un poco más bajos. Pero en líneas generales, la exportación -aunque existe y se está tratando de impulsar más-, representa aproximadamente un 20% del total de la producción argentina”, señaló a Ámbito Roberto Carnicer, Director del Área Energía de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, quien agregó: “Es decir que va a influir en el mercado interno y podría sumarles presión a las naftas. Igual, es un problema que se tendrá que acordar entre los productores y lo que pueda llegar a definir YPF”.
En cuanto a la posibilidad de exportar, el especialista señaló que, “evidentemente, para Argentina es una gran oportunidad y así se está demostrando”. “Tal es así que, algunas lecturas dan cuenta de que hasta que se termine la ampliación de oleoductos, se puede movilizar por camión hasta los centros de exportación. Evidentemente, es una buena oportunidad. Es similar al tema del gas, con la gran ventaja de que al crudo no hay que procesarlo, es extraerlo y exportarlo. Es una gran oportunidad”.
Es que, más allá de la cotización de los últimos meses, desde Bank of America (BofA) Global Research advirtieron días atrás que el precio del Brent podría superar los u$s150 el barril si se produce una fuerte contracción de las exportaciones de petróleo ruso. «Con nuestro objetivo de u$s120 por barril para el Brent ahora a la vista, creemos que una fuerte contracción en las exportaciones de petróleo ruso podría empujar al Brent más allá de los u$s150 por barril», dijo el banco en una nota de análisis.
“Que el precio llegue a u$s150 me parece mucho, pero todo es posible en este mundo tan cambiante. El tema va a ser cuando lleguemos al invierno europeo: ahí sí probablemente vuelva a subir de vuelta el gas natural”, analizó Carnicer al respecto.
Escenario internacional
Durante la jornada de este martes trascendió que algunos países miembros de la OPEP estaban estudiando la idea de suspender la participación de Rusia en un acuerdo de producción de petróleo.
“Si bien no hubo un impulso formal para que la Organización de Países Exportadores de Petróleo bombeara más petróleo para compensar cualquier posible déficit ruso, algunos miembros del Golfo habían comenzado a planificar un aumento de la producción en algún momento de los próximos meses”, informó el Wall Street Journal, citando delegados de la OPEP.
«La suspensión de Rusia de la OPEP+ podría ser un precursor para que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos usen su capacidad de producción sobrante, porque sentirían que ya no tienen un acuerdo de cuota que necesita reconocer el interés de Rusia», dijo a la agencia Reuters un analista.
Impacto local
A comienzos de mayo, las petroleras llevaron a cabo el tercer aumento del año del precio de los combustibles en los surtidores a nivel nacional. Fue un incremento en promedio del 10%, que se sumó a los que se habían realizado en febrero y marzo.
La última suba, tal como remarcaron distintos analistas, tiene un impacto sobre la inflación, tanto de manera directa como indirecta. De hecho, algunas estimaciones dan cuenta de que la suba de en promedio 10% de los combustibles le agregan de manera directa un incremento del 0,4% al IPC de mayo. Aunque también impacta en los costos de prestación de servicios y algunas cadenas de valor, cuyo efecto se verá en los próximos meses.