• El mercado toma cautela sobre Argentina y se reduce el acceso al crédito
El plan que adelantó ante la agencia Bloomberg el ministro de Economía, Axel Kicillof, de salir a financiarse con dólares del exterior -en algún momento del año- para afrontar los próximos vencimientos de deuda, podría encontrar algunas dificultades en el camino si, efectivamente, se lo quisiera concretar. Los rendimientos de los bonos argentinos se dispararon hasta 2,50 puntos porcentuales en los últimos cuatro días, apenas el mercado interpretó que la designación del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, como compañero de fórmula del candidato presidencial Daniel Scioli, aumentaría las probabilidades de una continuidad del modelo y reduciría el margen para tomar medidas que necesita la macro.
La tasa de interés del Bonar 2024, el título que usó el ministro para buscar u$s 1.415 millones en la plaza financiera internacional hace sólo dos meses, superó el viernes el 10% anual por primera vez desde mitad de diciembre del año pasado. Esto significa que, si el Gobierno quisiera explorar el mercado hoy para hacerse de esa misma cantidad de efectivo, debería aceptar dos puntos porcentuales más de costo que la última vez (lo que equivale a u$s 130 millones más a lo largo de esos nueve años).
«He visto la respuesta espectacular del mercado cuando salimos con los nuevos bonos, con lo cual pienso que, sí, es una posibilidad volver a emitir deuda», comentó Kicillof la semana pasada en San Petersburgo, Rusia. Su plan, sin embargo, podría naufragar en las condiciones actuales si el Gobierno se resistiera a pagar, como en otras ocasiones, una tasa de interés de dos dígitos.
La Argentina se volvió sensiblemente más riesgosa para los inversores desde que la presidente Cristina de Kirchner definió la lista de candidatos para las elecciones de octubre y resolvió dar garantías de que tiene planeado asegurar la continuidad del modelo económico. Desde el banco de inversión Barclays mandaron el último martes una hoja a sus clientes en la que aconsejaron tomar algo más de cautela sobre los activos argentinos. La entidad rebajó de la categoría de «sobreponderación» (overweight) a neutral su recomendación sobre los bonos públicos locales. «Ha cambiado el panorama. Desde marzo vimos una capitulación de Scioli que fortalece mucho el escenario de continuidad con relación a los últimos seis meses», comentó una fuente del banco de inversión a este diario.
Sólo la semana pasada, la tasa del Bonar X, que vence en 2017, pasó del 8,5% al 11% anual. Y el riesgo-país de la Argentina, que refleja los rendimientos de los bonos más largos (como el Par y el Discount en dólares), aumentó 64 puntos básicos, hasta 652. Este último indicador, que mide el banco JP Morgan, mostró un crecimiento del 8,49% en el último mes que superó en varias veces al de todos los países emergentes (con la excepción de Ecuador y de Polonia).
«Si el mercado cambiario presenta un incipiente nerviosismo, el mercado de bonos ha reaccionado con mayor virulencia al nuevo escenario político y financiero, vedando nuevamente el acceso del fisco al financiamiento voluntario. «Como era de esperar, los mercados y hombres de negocios tomaron la novedad negativamente», comentó el analista Federico Muñoz.
El Gobierno debe desembolsar u$s 6.500 millones el 3 de octubre próximo cuando venza el Boden 2015. El impedimento que sufre para acceder a financiamiento internacional lo forzará a pagar buena parte del bono con reservas del Banco Central. Se cree que una porción de esta deuda está en manos de organismos oficiales e inversores institucionales, que dejarán el efectivo recibido dentro del sistema financiero, por lo cual una parte de la caída de reservas podrá disimularse con otras alternativas, como el swap de monedas del Banco Central del China.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=795799