La alegría del leve crecimiento de las imposiciones en divisas el viernes pasado (USD 44 millones), el primero después de la derrota oficial en las PASO, se esfumó el lunes siguiente con una caída de USD 128 millones
En un mercado cambiario asfixiado por el control de las operaciones con moneda extranjera, la demanda de dólares se intensificó y obligó al Banco Central y a los bancos oficiales a vender divisas para evitar una suba más elevada de la que se dio. Esto, junto al aumento del riesgo país, dejó al descubierto las debilidades del sistema: el mercado no cree en la moneda ni en los bonos de la deuda argentinos. Esta falta de credibilidad es una condena a largo plazo.
Los inversores opinan sobre los bonos como si el país ya estuviera en default y retiran los dólares de los bancos para pasarlos a caja de seguridad o directamente llevarlos a otro destino por la vía del contado con liquidación.
Lo cierto es que la divisa en bancos y casas de cambio bajó 7 centavos a $59,07. Pero en la plaza mayorista con negocios por tan solo USD 315 millones y la tímida aparición de exportadores, el dólar aumentó 6 centavos a 56,58 pesos.
La venta en el mercado de futuros fue intensa y más leve en el de contado. Nadie quiere quedarse en pesos. Tal vez por esa razón, el Banco Central siguió bajando la tasa en las licitaciones de Letras de Liquidez (Leliq). Esta vez la llevó a 83,20% anual (bajó 0,41 puntos porcentuales) y captó $216.405 millones, prácticamente el mismo volumen que vencía por lo que no influirá en la demanda de dólares del viernes.
Los otros dólares, los que escapan a la voluntad del Banco Central, estuvieron en alza. El blue aumentó 25 centavos y redondeó $63. El tipo «Bolsa» o MEP, que surge de vender bonos en dólares subió a $65,31, mientras el contado con liquidación tuvo una baja de 50 centavos a 65,85 pesos.
Lo más preocupante fue la suba del riesgo país a 2.117 puntos básicos. Los títulos locales fueron afectados por la confirmación de la «reperfilación», que el mercado lee como default. Fitch, la calificadora de riesgo advirtió sobre una quita de valor en los bonos argentinos a sus clientes y les dijo que ve inevitable una reestructuración de la deuda.
Las reservas perdieron USD 88 millones y quedaron en USD 49.726 millones a pesar de la leve suba del oro y del euro. Los pagos al exterior y la caída de depósitos en dólares influyeron en este resultado.
La Bolsa tuvo una leve recuperación después de dos ruedas de caídas. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 1,14% con un leve monto de negocios de $ 590 millones.
Central Puerto, con alza de 5,28%, fue lo mejor de la rueda. En lo que va del mes está ganando 35% aunque en el año pierde 31%. YPF recuperó 3,76% y en el año acumula ganancias de casi 28 por ciento.
En tanto, los ADR’s argentinos, certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street, tuvieron una excelente rueda con solo tres bajas en el panel. En esta plaza Central Puerto aumentó 5,70% e YPF, 4,89 por ciento.
Cada rueda parece copiar a la anterior. El Central cuida los dólares, los inversores los mandan afuera, caen los depósitos en divisas y las reservas y sube el riesgo país. Nada de esto sucede a velocidad, sino que lo hace a un ritmo moderado.
El Gobierno quiere llegar a las elecciones con las reservas en el mejor nivel posible, una tarea que no le está resultando fácil.