Por Invecq Consultora Económica.
Resumen semanal
Este miércoles el INDEC dio a conocer los registros laborales del tercer trimestre de 2016. Según la entidad oficial, desde la asunción presidencial de Mauricio Macri hasta el mes de septiembre del año pasado se han registrado 127.905 puestos de trabajo menos en el sector privado, lo que significa una merma en el empleo en blanco de 1,9%. Asimismo, durante el tercer trimestre se observa una retracción interanual en el empleo registrado de 1,5%, es decir 97.160 puestos menos. Correlacionado a ello, la caída en el nivel de actividad durante el 2016 provocó que durante el periodo julio-septiembre se contabilizaran 0,7% empresas menos que igual periodo de 2015.
En términos de actividad, esta semana se conocieron los datos del Índice Construya del mes de diciembre. En el mismo se observa una merma interanual de 12,6%. No obstante, analizando la medición desestacionalizada, la actividad de la construcción mejoró un 6,3%.
Respecto al nivel inflacionario, tanto el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), el Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB) y el Índice de Precios Básicos del Productor (IPP), han obtenido un incremento de 0,8% en el mes de diciembre. Por lo tanto, el IPIB, IPP e IPIM han cerrado el 2016 con aumentos de 33%, 34% y 34,5%, respectivamente. Analizando las expectativas inflacionarias, esta semana fue publicada la encuesta realizada por la Universidad Di Tella del mes de enero. En la misma se observa que la mediana de la expectativa inflacionaria para los próximos doce meses se ubicó en 25%, por lo que respecto a diciembre no presenta variación alguna. No obstante, el promedio registró un ligero aumento de 0,3 puntos porcentuales hacia 29,2% contraponiéndose con la meta inflacionaria establecida por el Banco Central para el 2017: 17%.
Analizando la política monetaria, este martes el Banco Central decidió mantener inalterada la tasa de pases en 24,75%. Sturzenegger anunció la reducción del ancho del corredor de pases en 150 puntos básicos con el objetivo de mantener el claro sesgo antiinflacionario para que el proceso de desinflación continúe hacia el objetivo planteado para el corriente año. Por otra parte, este jueves, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires colocó dos títulos de deuda denominados en moneda nacional por un monto total de $5.085 millones. El primero de ellos, por el que se adjudicaron $1.378 millones, tiene una duración de 18 meses y se logró una tasa de endeudamiento Badlar más un spread de 3,25%. Mientras que el segundo tiene vencimiento dentro de cinco años y la tasa será Badlar más spread de 5%.
En el ámbito internacional se destaca la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Por otro lado, en la ciudad de Davos, Suiza, comenzó el foro de inversiones más importante del mundo en el cual el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y su equipo, se encuentran allí en búsqueda de inversiones extranjeras
Suenan Trumpetas de alerta
Elaborar una definición sobre el modelo económico de Cambiemos es algo bastante difícil hasta el momento. Ateniéndonos exclusivamente a los hechos y a las políticas implementadas lo cierto es que el gobierno de Mauricio Macri está llevando a cabo una gradual transición, destrabando una gran cantidad de regulaciones que regían sobre la economía en la era kirchnerista, y alineando diversas variables macro y microeconómicas que estaban desajustadas. En este sentido, la gestión continúa siendo fundamentalmente una preparación para poder implementar luego un modelo de mediano plazo con un horizonte que indique hacia dónde y cómo desea el gobierno que se desenvuelva la economía.
Más allá de esto, se puede identificar en el discurso de distintos actores de relevancia del gobierno, en documentos de planeamiento y en algunas medidas ya tomadas, algunos lineamientos que serían característicos de un nuevo régimen para la economía argentina.
A instancias de presentarse el Presupuesto 2017 se plasmaron algunas de estas ideas, entre las cuales podemos remarcar dos pilares centrales. En el nuevo modelo económico tanto la inversión como las exportaciones serían los drivers principales del crecimiento económico. En base a esta idea, se proyectó que ambas variables pesaran cada vez más en el producto bruto total con el objetivo de revertir una tendencia negativa que se observaba en los últimos años. Así, en contraposición a lo que fue el modelo kirchnerista se piensa a la economía como una economía abierta al mundo, tanto desde los flujos comerciales como financieros, y con una gran importancia de la acumulación de capital y ganancias de productividad. Se proyecta que la inversión llegue en el año 2019 al 20% del PBI, luego de haber tocado un mínimo del 15,5% en 2015. Con respecto a las exportaciones, el ratio debe saltar desde el pobre 11% de 2015, gradualmente, hasta el 16% para el fin de la gestión de Macri.
En este marco resulta imprescindible poner sobre la mesa los posibles efectos negativos que pueden tener los cambios globales que están aconteciendo, fundamentalmente, en relación a la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos que está comenzando hoy mismo.
A grandes rasgos las noticias no son positivas. Argentina intentaría abrirse al mundo y beneficiarse de la globalización justo en un momento en el que los principales países del mundo están quedando en manos de líderes con un fuerte cuestionamiento a la globalización, el comercio internacional y los flujos de capitales internacionales, que impulsan políticas proteccionistas y nacionalistas.
En este sentido, la estrategia de Cambiemos podría verse amenazada fundamentalmente en dos frentes: el comercial y el financiero.
Canal comercial: si bien es cierto que el saldo comercial con Estados Unidos es fuertemente deficitario para Argentina y que para la magnitud del comercio del país americano las importaciones argentinas no son una cuestión para preocuparse, una política comercial proteccionista por parte de la primera potencia mundial tendría implicancias a nivel global con efectos contagio múltiples. Las reacciones de sus principales socios comerciales podrían ser las de contraatacar con aranceles o intentar compensar la pérdida de competitividad con devaluaciones monetarias. Ambas opciones implicarían un mayor nivel de inestabilidad en las relaciones internacionales y una desaceleración del crecimiento mundial, repercutiendo en el nivel agregado de intercambio comercial global. Este escenario representaría una hostilidad mayor para avanzar en la firma de tratados de libre comercio, como los que tiene en agenda el Ministerio de Relaciones Exteriores. Nuevamente, aunque la estrategia argentina se dirija hacia otros mercados, más alejado de los “centros de conflicto”, el nivel de interrelaciones que caracterizan hoy al comercio mundial, luego de décadas de avance de la globalización, implicaría efectos negativos sobre el crecimiento de todos los países del concierto mundial.
Canal financiero: la política fiscal expansiva que llevará a cabo Trump (si es fiel a sus promesas de campaña) implicará como contrapeso una política monetaria menos laxa. En este sentido, los dos ajustes de tasas que tenía programada la Fed para este año, han pasado a ser 3 luego de que se conociera la noticia de que el 45° presidente de los Estados Unidos sería Trump. El ajuste de tasas, luego de 8 años de política monetaria ultraexpansiva, implica varios riesgos para la economía local. En primer lugar, y más obvio, el encarecimiento del crédito frente a, por lo menos, 4 años por delante en los que Argentina deberá recurrir al endeudamiento para cubrir su déficit fiscal primario. En segundo lugar, el llamado “fly to quality” que podría generarse ante el regreso de buenos retornos en un mercado seguro, podría implicar riesgos de depreciación acelerada de la moneda, complicando la estrategia de estabilización monetaria que está llevando a cabo el BCRA. Por último, el desincentivo a la llegada de nuevos capitales hacia economías emergentes o en desarrollo que implican buenos rendimientos con menor exposición al riesgo. Con un mercado de capitales local tan pobre como el que caracteriza a la Argentina es impensable poder llevar adelante un proceso de fuerte inversión sin la llegada de Inversión Extranjera Directa o inversión local financiada con capitales externos.
Muchos analistas aseguran que es poco el margen que tiene Trump para llevar a cabo sus promesas más polémicas, sin embargo, no es aconsejable hacer caso omiso a las señales de alerta que está dando el mundo: hay que estar preparado ante eventuales shocks exógenos
Fuente: http://invecq.com/apps/docman/descargar.php?uid=41bcce4d7b&id=172&show=inline