La divisa arrancó julio en baja y por ahora la cotización no se altera por la cercanía de las PASO. Causas internas y externas.
En el arranque de julio, el dólar anotó una nueva baja, aunque rebotando sobre el cierre respecto a los mínimos que había tocado durante la jornada. La divisa finalizó $43,48 en el mercado minorista, unos 22 centavos debajo del cierre del viernes. Pero ya en junio había caído 5% y ayer anotó otro 0,5% adicional.
Hace exactamente una semana, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se refería a la confianza de mantener un tipo de cambio muy estable a lo largo del proceso preelectoral.
El «súper peso», dio a entender en encuentros reservados en Goldman Sachs, HSBC y Banco Santander, llegó para quedarse. Y por ahora esas expresiones tienen una convalidación en el mercado cambiario.
¿Qué es lo que hay detrás de la tranquilidad absoluta, y para la mayoría sorpresiva, que está mostrando el dólar? Estos son las principales variables que están manteniendo a la divisa bajo control:
1 – Se acelera el «viento de cola» internacional. Los mercados están batiendo récords, como sucedió nuevamente ayer en Wall Street luego de la cumbre del G20 y señales de distensión en la disputa comercial entre Estados Unidos y China. Este clima positivo alienta a los inversores a asumir más riesgos, lo que alienta la recuperación de las monedas emergentes. En Brasil, por ejemplo, la divisa cotizaba a 4 reales hace dos meses y ahora lo hace por debajo de 3,85. Y el peso también se beneficia de esta debilidad del dólar a nivel internacional.
La ventaja de este contexto internacional es que el fortalecimiento del peso no le resta tanta competitividad a la economía argentina, ya que el resto de las monedas de los países que comercializan con la Argentina también se aprecian. La continuidad del buen clima externo es buena noticia para el Gobierno, que precisa prolongar todo lo posible la estabilidad cambiaria en medio del proceso electoral.
2 – Aflojó un poco la percepción del «riesgo PASO». Un interesante informe elaborado en las últimas horas por el banco brasileño BTG Pactual indica que las chances de un período turbulento luego de las primarias y hasta las elecciones presidenciales disminuyó un escalón.
Detrás de este comentario se encuentra el razonamiento de que la distancia que le lleva Alberto Fernández a Mauricio Macri desde el punto de vista electoral se redujo sensiblemente. Se produciría una suerte de «circulo virtuoso electoral». La estabilidad del dólar lleva a que mejoren las chances del oficialismo y como parece posible un triunfo de Macri esto lleva a una mayor estabilidad financiera. El mismo trabajo marca una diferencia superior a los 10 puntos de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Pero se trata de especulaciones, que serán o no confirmadas el 11 de agosto.
3 – El Central se curó en salud y mantiene tasas muy altas. Guido Sandleris aprendió de los errores de sus antecesores y de los cometidos por él mismo, cuando en enero bajó a 44% la tasa de referencia, aplicable a las Leliq. Ahora, con una inflación incluso menor a la de aquel momento desde el BCRA confirmaron que la tasa tendrá un piso de nada menos que el 58% anual en julio.
De esta forma, se busca que el ahorrista se mantenga en pesos, atraídos por los elevados rendimientos, pero también que las empresas vendan dólares en vez de financiarse con el sector bancario. Esto explica en parte por qué hay más oferta de divisas en el mercado, junto a la venta de dólares del campo y los USD 60 millones diarios del Tesoro, con recursos del FMI.
4 – Se reabrió el mercado financiero para la Argentina. Cuando pocos lo tenían en el radar, también se profundizó en las últimas jornadas la baja del riesgo país. La semana pasada YPF colocó un bono por USD 500 millones a tasa del 8,75% anual en dólares. Pero el dato que pasó desapercibido fue que la demanda casi llegó a los USD 2.000 millones.
Ahora es Pampa Energía quien decidió seguir los pasos de la petrolera, que buscará otros USD 500 millones y posiblemente baje aún más las tasas, considerando que el riesgo país finalizó en niveles de 815 puntos. aunque no es una colocación del Estado nacional, estas emisiones de deuda implican más ingreso de divisas al mercado local a través del canal financiero.
5 – La facultad de que el Central salga a vender reservas mantiene a raya a los inversores. Fue la medida que representó el inició de la estabilidad cambiaria, a fin de abril. El FMI autorizó entonces al Central a disponer la venta de reservas en caso de un movimiento brusco del tipo de cambio, con lo cual quedaron sin efecto las bandas de flotación y la «zona de no intervención».
La posibilidad que tiene el Central de vender reservas y la capacidad de intervenir en el mercado de futuros le todavía mayor capacidad de intervención. En este contexto, no es tan fácil salir a ganarle la pulseada al BCRA, como sucedió el año pasado, con un tipo de cambio real mucho más bajo.