El gobierno recurre a una tablita cambiaria, venta en el dólar futuro, fija la tasa de interés y saca dinero del mercado aplicando un impuesto a la riqueza. Busca planchar el dólar, de cara a las elecciones legislativas.
Por Salvador Di Stéfano
El Gobierno recurre a una tablita cambiaria, venta en el dólar futuro, fija la tasa de interés y saca dinero del mercado aplicando un impuesto a la riqueza. Eso generaría una ventana de tiempo en donde el dólar estará planchado, mejora la economía y el gobierno apuesta a ganar las elecciones legislativas.
El ministro de Economía fijo la pauta de devaluación anual en el 25%, esto implica que desde marzo en adelante la devaluación sería del 1,6% mensual, pretendiendo de esta forma ponerle un piso al avance de los precios.
El Gobierno buscara anclar las expectativas de precios, con un dólar pisado, y una tasa de interés en pesos que se estabilizaría en el 38% anual.
En el mes de enero el gobierno habría tenido superávit fiscal, y no emitió dinero para financiar al Estado. Febrero podría tener un tenue déficit. En marzo la recaudación del impuesto a la riqueza podría dejar superávit fiscal holgado, y de esta forma financiar los meses que siguen hasta junio.
Con este escenario el dólar oficial estaría planchado por decisión oficial, y los dólares alternativos estarían perdiendo valor porque estarán en un mercado muy ofertado, los que tienen que pagar impuesto a la riqueza deberán vender dólares para enfrentar el pago. Hasta que no pasemos marzo, y los meses fuertes de liquidación de cosecha (abril, mayo y junio) el dólar blue podría estar dormido.
El contexto internacional es muy favorable para Argentina, la soja y maíz están en valores récord, y nada hace presumir un derrumbe de precios. Las incógnitas están dadas entre dos caminos, se quedan en los valores actuales o siguen escalando a la suba. Las cantidades cosechadas dejaron de estar en riesgo, será una cosecha de 49 millones de toneladas para soja más maíz, se produjo el milagro, esto no es una maldición, es una bendición.
La aplicación de una tablita cambiaria, nos hace recordar a las épocas de Martínez de Hoz, cuando el dólar no aumentaba, entrabamos en retraso cambiario, se controlaba la cantidad de moneda, y a futuro todo volaba por los aires.
El gobierno parece aplicar una receta similar en el aspecto cambiario. Ancla la devaluación el peso a una tasa del 25% y coloca una tasa de interés en el 38% anual. La tasa de interés es positiva contra la devaluación del peso, neutra contra la inflación pasada y negativa versus la inflación futura.
Un peso que se devalúa a un ritmo menor a la inflación hará que nuestras exportaciones dejen de ser competitivas, y que las importaciones sean más atractivas.
El gobierno está decidido a ir por el camino del atraso cambiario, si las importaciones brotan como agua debajo de la tierra, se pretenderá controlarlas, y trabajar en pos de un superávit de balanza comercial de u$s 12.000 millones.
Los dólares excedentes se utilizarán para saldar deudas, y si algo sobra se venderá en el mercado cambiario, se consiguen dólares a $ 90 y se venden a $ 147, no es una mala diferencia para el Banco Central.
En los próximos días el Banco Central podría recibir del FMI u$s 3.300 millones, el grupo de los 7 capitalizará el FMI, y se distribuirán cuotas a los socios miembros, ese dinero va directo a las reservas del Banco Central que podrían ubicarse por encima de los u$s 40.000 millones.
El Banco Central tiene una política restrictiva para venderle dólares a las empresas que tienen deudas en el exterior. Los caminos obligados de estas empresas son tres, el primero es refinanciar la deuda con el exterior, por el monto que el Banco Central no le otorga divisas. Otro camino podría ser vender activos en el exterior, para poder asumir los compromisos pactados. Una medida que aún no se ha explorado, es que las empresas comiencen a suscribir acciones, con el fin de honrar esas deudas en el exterior ampliando el capital accionario. Son los caminos que vamos a transitar en los próximos meses.
Con un tipo de cambio anclado, y tasas pasivas en torno del 38% anual, es muy probable que las acciones que están a precios muy bajos puedan comenzar a transformarse en un activo deseado por los inversores. El mismo camino deberían tomar los bonos soberanos, pero los ruidos que genera el gobierno en torno a la justicia, hace que muchos inversores pongan un compás de espera a la hora de adquirirlos. Hace muchos años que quienes compraron bonos argentinos perdieron dinero, y mucho, hoy nadie desea adquirir bonos soberanos que pagan poca renta y con prontuario de refinanciaciones muy frondoso.
Conclusión
En el largo plazo estamos todos muertos dijo John Maynard Keynes, y todos sabemos como termina la película de un dólar que ajusta por una tablita y mercados intervenidos. Esto genera una olla a presión que alguien tendrá que ajustar en algún momento del año 2022, pasadas las elecciones legislativas.
En el corto plazo, los instrumentos que ajusten por inflación y acciones se pueden convertir en inversiones sumamente atractivas. Empresas bancarias, petroleras, ligadas al campo, aluminio y siderúrgica pueden ser una muy buena inversión. Abstenerse de empresas cuyos precios son fijados por el Estado, preferentemente aquellas ligadas a servicios públicos.
Para las empresas, tomar créditos en pesos a tasas subsidiadas, crecer en escala para bajas costos de estructura, y tratar de colocar sus productos en el mercado, con una agresiva política comercial.
Las familias e individuos, con empleo, buen momento para comprar activos en cuotas sin interés, créditos personales a tasas favorables, reformar tu casa, cambiar el auto o viajar por la argentina.
Creemos que vamos a un escenario de mayor consumo, producto de los aumentos salariales en marcha, la suba del mínimo no imponible de ganancias y los aumentos a beneficiarios sociales. El comienzo de una vida más normal, con vacunas llegando y la esperanza de un mundo que está con más crecimiento económico y con menos contagios.
Bonus track
Estos son los precios del dólar futuro al miércoles 17 de febrero, y en la segunda columna proyectamos los precios del dólar oficial, de acuerdo a los lineamientos del Ministro de Economía, tasa mensualizada del 1,6% para llegar a fin de año con un aumento del 25%. Los que vendan dólar a futuro ganaran mucho dinero, si el Ministro hace honor a su palabra.