Desde hace algunos meses, con el nacimiento de las Sociedades por Acciones Simplificadas, los emprendedores cuenta con un marco legal sencillo, flexible y digital, que otorga ventajas frente a los otros tipos societarios existentes. El éxito de esta buena intención depende de la reglamentación e implementación de la ley (que ya está demorada en sus plazos). Es probable que el Burocratismo diseminado en el Estado (organismos de registro y control fiscal) y también en el sector Privado (bancos) e incluso Cuasi-Públicos (colegios y consejos profesionales) predisponga su poder en forma adversa a una aplicación amplia y compresiva de la norma. De la solidez conceptual, fortaleza de convencimiento y capacidad dialéctica, de quienes tienen la responsabilidad de impulsarla, depende el resultado final.