Es cierto que la Reserva Federal aumentó la tasa y eso fortaleció el dólar respecto a otras monedas, en especial la de los países emergentes. Así nosotros hubiéramos tenido las cuentas en orden, con cambio flotante era razonable que el peso se devaluara un poco. Pero nuestras cuentas no están en orden, y con la inmunodepresión adquirida por los descalabros acumulados en décadas de populismo, estamos sobreexpuestos a la amenaza de cualquier virus que anda por ahí.
Por Germán Fermo. ¿Doble Nelson?: ovejas reclaman reducción de presión tributaria y la clase política unida responde con impuestazo en diciembre. Vamos…