La liquidación de los dólares de la soja y el afán del BCRA por bajar la inflación fijan las condiciones para los próximos meses.
En una semana con pocos días hábiles y escaso volumen de negocios, el dólar se mantuvo en torno a $14,60 para la venta. Para el mercado la decisión del Banco Central de dejar en 38% anual la tasa de interés en pesos de las LEBAC a 35 días le marca la cancha a la divisa.
Según un informe de Puente Hermanos, las tasas podrían permanecer sin cambios hasta la próxima publicación de la inflación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 14 de abril.
El economista Martín Polo, de Analytica, resalta que en lo que va del mes, el tipo de cambio nominal acumula una caída del 8,6%, muy similar a la caída que tuvo el dólar en Brasil. Podemos esperar tasas altas hasta abril mayo, hasta que la inflación no se ubique por debajo del 2% mensual.
El Gobierno está tratando de anclar el dólar para anclar las expectativas de inflación. Después del pifie de febrero, cuando el dólar se fue a $16, quedó claro que la situación es muy frágil como para dejarlo subir. Esperamos que el dólar quieto se mantenga hasta el segundo semestre, con la divisa en torno a los $15,50 en un escenario en el que avance el arreglo con los holdouts y aumente la oferta sostenida de divisas. En este sentido, se mostró optimista en cuanto a que pese a la baja del dólar los exportadores liquiden la soja. “Están dadas las condiciones para que las divisas fluyan, ya que una vez que se liquidan los dólares, invierten rápidamente en pesos para aprovechar las tasas altas”.
Para Polo, en la segunda parte del año dependerá de qué tan exitoso sea el Gobierno en corregir los fundamentals del mercado y controlar la inflación. “En este escenario optimista no vemos el dólar más allá de $16,50 a fin de año”.
Para la consultora Empiria, “la inminente abundancia ligada a los sojadólares y al ingreso de divisas financieras planteará serios desafíos. Si bien la eliminación del cepo permitirá que una parte del eventual exceso de oferta cambiaria genere su propia demanda, no se trata de un mecanismo automático ni exento de externalidades negativas”. Ante esto “el Central cuenta con algunas herramientas para fortalecer la demanda cambiaria –liberar pagos a importadores y adelantar el cronograma de dividendos–, pero no parece que esos factores puedan compensar un crecimiento concentrado de la oferta, ante el antecedente de la baja demanda en la emisión del bono destinado a la deuda de los importadores y el aparente poco apuro (al menos hasta el momento) de las empresas para girar dividendos”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/Tasas-dolar-quieto-vinieron-quedarse_0_1547845324.html