• Los bancos recibieron $ 60.000 millones en nuevos plazos fijos sólo en 2015
• Pero cayeron depósitos a la vista
El piso a la tasa de interés de los depósitos que fijó desde el año pasado el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, sigue jugando a favor de la evolución de los plazos fijos. Desde que arrancó el año tuvieron un aumento muy significativo, que ya asciende a 21,3% (casi $ 60.000 millones). Pero más sorprendente aún es el hecho de que en los últimos 30 días la suba fue de nada menos que del 5%.
Una parte de esos recursos provienen de depósitos a la vista, que en los primeros meses de 2015 cayeron un 4%. Para los ahorristas, mantener demasiado dinero en caja de ahorro tiene un costo de oportunidad creciente, ya que se pierden de la posibilidad de conseguir tasas más elevadas. Los fondos que se encuentran en cuenta corriente ya tienen otro destino, ya que se suelen aplicar a las necesidades de caja de la empresa. Estos movimientos han generado un cambio en la composición de los depósitos: mientras que a fines del año pasado la relación era casi del 50% y 50% entre colocaciones a la vista y a plazo fijo, ahora estos últimos van ganando protagonismo. El último dato divulgado por el Central revela que los depósitos a plazo del sector privado ya ascienden a $ 343.500 M, una diferencia a favor de $ 15.000 M respecto a los efectuados a la vista (caja de ahorro y cuenta corriente).
Surge así que el crecimiento de plazos fijos tiene dos vertientes. La más importante es el trasvasamiento desde pesos depositados en caja de ahorro, pero cuyo costo de oportunidad ha aumentado significativamente. Y también hay dinero nuevo que se va depositando. Una parte de esos recursos incluso provendrían de la venta de las divisas obtenidas a través del mecanismo de «dólar ahorro», que se compra a un precio más barato en el mercado oficial y se vende más caro en el paralelo. También las empresas optan por depositar sus flujos de caja en un plazo fijo en pesos. Tienen la posibilidad de retirar los fondos en un mes y además aprovechan las importantes ganancias obtenidas en pesos en los últimos meses.
La tasa de plazo fijo -que está en relación con el rendimiento de Lebac a 90 días que emite el Central- debe ubicarse como mínimo en el 23,06% para plazos de 30 a 44 días y salta al 23,59% para plazos mayores. En lo que va del año fue un negocio redondo, tanto por los niveles de tasa, que ya no están tan lejos de la inflación, pero también porque el «blue» cotiza por debajo de los niveles de fines de 2014, aún luego del rebote de las últimas jornadas.
La tranquilidad cambiaria incluso llevó a que se acelere el proceso de aumento de los plazos fijos versus la caída del stock en caja de ahorro. Nada parece indicar que este proceso vaya a revertirse en el corto plazo. En el mercado no se espera que esta tranquilidad cambiaria se altere por lo menos hasta que se ingrese más de lleno en el período preelectoral, es decir en agosto. Hasta entonces, todo indica que posicionarse en pesos seguirá siendo buen negocio. Tanto en el caso de plazos fijos como de bonos que cotizan en moneda local, especialmente los que ajustan según la evolución de la tasa Badlar.
Por otra parte, es tal el aumento de los depósitos a plazo (más del 32% en términos interanuales), que crece significativamente la liquidez bancaria. Esto se debe a que los préstamos al sector privado aumentan casi 8 puntos porcentuales menos que los depósitos, un 24%. Esa liquidez excedente se dirigió en los últimos meses a la compra de bonos emitidos por el Gobierno, tanto Lebac del Central como Bonac, es decir títulos emitidos por el Tesoro que ajustan de acuerdo con la tasa de interés en moneda local.
Fuente: http://ambito.com/diario/noticia.asp?id=788195