Además de la nueva medida para el complejo sojero, el Ministerio de Economía seguirá de cerca la dinámica de los dólares paralelos en la última semana del mes y qué impacto tendrá en la confianza del mercado la nueva licitación de deuda.
Desde este lunes se oficializará la nueva edición del dólar soja que regirá hasta el 31 de diciembre y que será de $230 tras actualizarse de acuerdo a la inflación. En este marco, será una semana importante para el Ministerio de Economía no sólo por cómo será el desempeño de esta nueva medida que le permitirá hacerse de al menos u$s3000 millones sino también por cómo será la dinámica de los dólares paralelos en la última semana del mes y qué impacto tendrá la nueva licitación de deuda que podría mandar señales de la expectativa del mercado en la capacidad que tiene el Gobierno de financiarse en 2023.
La semana pasada, el dólar blue demostró que todavía tiene margen para avanzar y anotó un nuevo máximo desde julio cerrando a $320, superando al dólar MEP que quedó en los $315,93. Así, en lo que va del año, el dólar informal avanza $112 después de cerrar el 2021 en los $208 y la brecha se sitúa en torno al 93%.
Federico Glustein, economista consultado por Ámbito, el incremento en la demanda del blue fuerza un alza en el día que si bien no es para preocupar o alarmar, es un mensaje. En ese sentido, remarcó que emparejó su cotización con el MEP, algo que no se veía desde hace semanas.
Ante la pregunta de ¿qué sucederá en el corto plazo? Glustein cree que «seguramente tome una forma escalonada, es decir, con subas que no son diarias, sino puede que lo haga un día y luego se calme tres días y vaya al alza nuevamente». «Es seguro que para fin de año el mínimo sea $330 con expectativas de que alcance en algún momento del año los $350, sobre todo cuando se cobren aguinaldo/bonos y la demanda por turismo toque un pico álgido», cerró.
Qué impacto tendrá el dólar soja en el dólar
De acuerdo al runrun del mercado, el dólar soja tendrá poco impacto en la baja de los dólares financieros por varias razones. En principio, porque era una medida esperable por el complejo sojero lo cual le trae poca expectativas al mercado. En segundo lugar, porque si bien permitirá recomponer reservas y dará señal de que el Banco Central podrá tener poder de fuego en enero y febrero, muchos productores que reciben pesos producto de la liquidación de la soja buscan dolarizarse lo cual podría llevar a un movimiento inverso y repercutir en el alza del dólar. Más, teniendo en cuenta el año electoral que se avecina.
El tercer motivo, es que si bien el dólar soja permite dar señales positivas: aumento de la recaudación, recomposición de las reservas, menos emisión monetaria, el costo de emitir pesos para pagar más de $200 por dólar no tiende a calmar a los dólares alternativos, sino todo lo contrario.
Pero como anticipamos en el inicio de esta nota, no será el dólar soja lo que más mire el mercado sino la nueva licitación de deuda.
Deuda en pesos: por qué el mercado mirará de cerca la licitación de mañana
Este lunes habrá una nueva licitación de deuda, en la que Economía buscará renovar vencimientos por $250.000 millones. En ese marco, la licitación del lunes es la prueba más importante para el equipo de Sergio Massa desde que en agosto logró descomprimir vencimientos mediante un canje de bonos, operación que reeditó pero con mucho menos éxito. Hay que tener en cuenta que la anterior licitación, fue leída por el mercado como «bastante mala» lo que generó un salto en los dólares financieros.
Esta vez y en medio de un panorama complejo de la deuda en pesos para el 2022 sobre todo previo a las elecciones, “el Tesoro no ofrecerá instrumentos con vencimientos posterior a las próximas PASO ni ajustables por CER. Al ofrecer títulos de muy corto plazo es posible que el resultado mejore, aunque esto no significará que la debilidad se modere de cara al año que viene”, detalló un informe de Ecolatina.
“Continúa la incertidumbre en el mercado de deuda en pesos. Si bien el Gobierno viene evidenciando esfuerzos tendientes al cumplimiento de la meta del déficit fiscal primario del 2,5% del PBI este año, el estrés del mercado de la deuda en pesos continúa, con la necesidad de financiar el mayor déficit y los vencimientos de 2023 en la mira”, añadió el documento de la consultora.
El menor financiamiento neto obtenido en las últimas licitaciones y la baja participación del sector privado en el reciente canje tornan a la licitación del lunes como un test clave.