El Ministerio de Economía, encabezado por Axel Kicillof, anunció el jueves 4 por la mañana una propuesta de rescate y canje del Boden 2015 (RO15) y una nueva emisión de Bonar 24 (AY24). La propuesta básicamente se constituye en estos tres pilares:
– Rescate del Boden 2015: los tenedores del Boden 2015 podrán cancelar anticipadamente el título, cobrando una suma fija de U$S 97 por cada lámina de 100 bonos.
– Canje del Boden 2015 por el Bonar 24: los tenedores del Boden 2015 podrán también optar por canjear estos títulos por Bonar 24. El canje se realizará a una relación fija de U$S 99,7 de Bonar 2024 por cada U$S 100 de Boden 2015, más una suma equivalente a los intereses corridos del Boden 2015, pagaderos en dólares estadounidenses y equivalentes a U$S 1,53611 por cada lámina de 100 Boden 2015.
– Emisión del Bonar 24: el Gobierno procederá a la ampliación de la emisión, licitando Bonar 24 por hasta U$S 3.000 millones a un precio fijo de U$S 96,20 por cada lámina de 100 títulos. Vale recordar que éste fue el título emitido para pagarle a Repsol por la estatización de YPF.
Es importante destacar que la propuesta del Gobierno es de aceptación VOLUNTARIA y no una imposición. Este canje/rescate voluntario es algo que veníamos anunciando como muy factible hace meses en este link
Aquellos tenedores del Boden 2015 que voluntariamente decidan ni canjear sus títulos por el Bonar 24 ni rescatar los mismos a un valor de 97 dólares (fecha limite viernes 12/12), continuarán recibiendo los pagos previstos de intereses y amortización en abril y octubre de 2015.
La propuesta del Gobierno tiene varios análisis. Por un lado, el Gobierno difiere vencimientos de deuda en dólares, quitándole presión a las reservas y pateándole el problema a los próximos gobiernos. En segundo lugar, es financieramente atractivo para el Gobierno porque pagaría hoy U$S 97 por un título que en 10 meses está obligado a pagar U$S 107, lo cual implica un buen ahorro de dólares para el Gobierno en tiempos de escasez. En tercer lugar, la nueva emisión de Bonar 24 le permitirá obtener dólares frescos para fortalecer sus reservas (¿llegarán a 30.000 millones a fin de año?) y pagar el rescate de los Boden 2015. Por último, y en caso de conseguir los 3.000 millones de dólares del Bonar 24, la posición del Gobierno a la hora de negociar con los holdouts se fortalecería: si la idea del acuerdo con los holdouts una vez vencida la RUFO era recuperar el acceso a los mercados externos, el hecho de conseguirlo sin el acuerdo previo fortalecería la postura oficial.
A nivel inversor el análisis es distinto ya que consideramos que ninguna de las alternativas propuestas resulta atractiva por temas de pricing. Rescatar el Boden 2015 a U$S 97 por cada lámina de 100 títulos no resulta lógico si se tiene en cuenta que días anteriores cotizaba entre 98 y 98,50 U$S. Además, aquel que se quede con el bono resignará una TIR superior al 13% en dólares para una duration inferior a un año. En un mundo de tasas desplomadas, tampoco resulta una decisión lógica.
Asimismo, y en el plano impositivo, resulta más beneficioso pasar el 31/12 con bonos en cartera antes que con dólares, ya que los bonos están exentos del impuesto a los bienes personales.
Respecto del canje del Boden 2015 por el Bonar 24, tampoco ofrece incentivo alguno su adhesión, ya que por mercado se encontraba una mejor relación de precios.
Por estos motivos consideramos más atractiva la decisión de mantener los Boden 2015 en cartera o buscar por mercado una mejor relación de precios para arbitrarse contra otro título.
En resumen, la decisión del Gobierno era esperada y lógica. La voluntariedad de la propuesta es un hecho más que positivo, lo cual disipa temores en el mercado de canjes compulsivas. Y, en caso de ser exitoso, daría aire a un Gobierno que lo necesita, especialmente en materia de deuda e ingreso de divisas.
El autor es Lic. en Ciencias Empresariales y tiene un Master en Banca y Regulación Financiera. Actualmente se desempeña como Analista de bolsa en TSA Bursátil, una empresa del Grupo Transatlántica