Constantemente podemos leer en las secciones económicas de los diarios noticias sobre la evolución del Merval, el Dow Jones o el S&P 500. Los índices bursátiles son más que un simple número, reflejan las variaciones de sus componentes, los cuales han sido ponderados de acuerdo a criterios lógicos y periódicamente actualizados. El desempeño de estos índices nos permite entender rápidamente cómo se ha comportado el mercado sin necesidad de hacer un análisis instrumento por instrumento.
Sin embargo, cuando en el mercado de capitales se habla de índices casi siempre se hace referencia a índices sobre acciones y raramente a índices sobre bonos. Pero paradójicamente son los bonos los que operan mayores volúmenes. Sólo a título de ejemplo, en la semana de 10 al 14 de marzo se operaron 6.843 millones de pesos, de los cuales 320,7 millones pertenecieron a renta variable y 6.522,7 pertenecieron a renta fija. En otras palabras, más del 95% de los pesos operados en el mercado en la última semana correspondió a renta fija.
El Índice de Bonos del Instituto Argentino del Mercado de Capitales (IAMC) es un registro estadístico compuesto que permite observar la evolución del mercado de títulos públicos en Argentina. Conscientes de la necesidad de contar con un indicador fiable y representativo en materia de renta fija local, el IAMC elaboró este índice en 1995 con un valor base de 100.
El Índice de Bonos del IAMC está compuesto a su vez por cuatro subíndices: Corto en Pesos, Corto en Dólares, Largo en Pesos y Largo en Dólares. Cada subíndice agrupa una cantidad de bonos, clasificados de acuerdo a su moneda de denominación y su duration modificada (DM), entendiendo por ésta su horizonte de madurez promedio. Un bono con una DM mayor a 3 años integrará un subíndice de largo plazo, mientras que uno con una DM inferior a 3 años integrará un subíndice de corto plazo. De la misma forma se distinguen los títulos por su divisa de denominación, separando los bonos en pesos de aquellos en dólares.
Debido a la dinámica del mercado, la cartera de instrumentos del Índice de Bonos del IAMC se revisa de forma trimestral. Existen ciertos requisitos acerca de los componentes de este índice, tomando como premisas su liquidez y volumen operado. Además, el Índice sólo contempla títulos públicos del Gobierno Nacional, descartando los títulos públicos provinciales y municipales. Tampoco podrán ser componentes las Unidades Vinculadas al PBI (UVP, popularmente conocidas como “Cupones atados al PBI”), ni las letras y notas del Banco Central de la República Argentina.
Una vez determinados los componentes de cada subíndice, éstos serán ponderados según el cociente entre el volumen operado de dicho título en el total del volumen operado de su correspondiente subíndice. Los subíndices serán a su vez ponderados dentro del índice general en los términos de la circulación de sus bonos en referencia con la circulación del Índice. El “monto de circulación”, que será calculado por el Ministerio de Economía, surgirá de restar al monto emitido originalmente, el monto no colocado, las amortizaciones y rescates anticipados correspondientes y las tenencias del sector público, para luego añadirle las ampliaciones de capital.
A los fines prácticos, las cotizaciones utilizadas para la elaboración del índice y los subíndices corresponden a los precios de cierre de las especies para el plazo de 72 horas hábiles de liquidación. Asimismo, para todos los cálculos se utilizan las variaciones de precios de los bonos en pesos.
En la actualidad, los cuatro subíndices se encuentran compuestos de la siguiente manera:
Desde el 2003 la evolución del Índice de Bonos del IAMC ha sido más que auspiciosa, marcando sólo 2 años en negativo y 9 en positivo, tal como se puede ver en la siguiente tabla.
Actualmente el Índice de Bonos del IAMC tiene un valor de 3.057,077 puntos, habiendo multiplicado más de 30 veces su valor inicial en 1995. Los números hablan por sí solos: más allá de las turbulencias de la economía argentina y su elevado riesgo país, los títulos públicos han resultado ser, en promedio, buenas inversiones a lo largo de las últimas décadas.