La semana anterior presentábamos en el informe la operación financiera planteada por el Gobierno: un rescate, un canje y una ampliación de un bono. Básicamente la propuesta (de aceptación voluntaria) consistía en lo siguiente:
– Rescate del Boden 2015: los tenedores del Boden 2015 podían cancelar anticipadamente el título, cobrando una suma fija de U$S 97 por cada lámina de 100 bonos.
– Canje del Boden 2015 por el Bonar 24: los tenedores del Boden 2015 podían también optar por canjear estos títulos por Bonar 24. El canje se realizaba a una relación fija de U$S 99,7 de Bonar 2024 por cada U$S 100 de Boden 2015, más una suma equivalente a los intereses corridos del Boden 2015, pagaderos en dólares estadounidenses y equivalentes a U$S 1,53611 por cada lámina de 100 Boden 2015.
– Emisión del Bonar 24: el Gobierno procedería a la ampliación de la emisión, licitando Bonar 24 por hasta U$S 3.000 millones a un precio fijo de U$S 96,20 por cada lámina de 100 títulos. Vale recordar que éste fue el título emitido para pagarle a Repsol por la estatización de YPF.
¿Cómo le fue al Gobierno con esta operación? Veamos lo anunciado por el Ministro Kicillof el viernes pasado:
Se recibieron un total de U$S 185 millones en ofertas para la recompra de Boden 2015.
Para la oferta de canje de Boden 2015 por Bonar 2024 se recibieron ofertas por un total de U$S 377 millones.
Para la ampliación de la emisión de Bonar 2024 se recibieron ofertas por U$S 286 millones.
La aceptación fue muy pobre, los inversores no se vieron tentados por la propuesta del Gobierno y quedó en evidencia en los números.
Básicamente el problema de las condiciones propuestas fue el pricing. Los precios ofertados por el Gobierno estuvieron lejos de ser tentadores. Por ejemplo, es poco ofrecer cobrar 97 dólares hoy por un bono que en 10 meses paga 107 dólares (TIR superior al 13,5%). Ni siquiera está cerca de su valor residual o valor técnico. Además, cualquiera que licitara por la ampliación del Bonar 24 debía asumir una pérdida del 1,5% a las 24hs, ya que en mercado el bono cotizaba mucho más abajo. Es verdad que el contexto internacional no ayudó ya que los emergentes fueron muy castigados esta semana. No obstante, esto no es suficiente justificativo para explicar por qué falló la operación.
Tal vez lo más positivo de todo esto sea que el Gobierno dejó nuevamente en manifiesto su intención de No debería descartarse tampoco una nueva versión del canje en los próximos meses, con precios más atractivos y tal vez con la participación de algún banco de inversión coordinando la ampliación del Bonar 2024.
En este contexto, los vencimientos de deuda soberana para el 2015 no muestran variaciones significativas: los vencimientos de Boden 2015 poco cambian y tampoco se consiguieron muchos dólares frescos para afrontar el 2015.
Según las previsiones oficiales, el año próximo Argentina tendrá vencimientos de deuda por aprox. U$S 12.200 millones. Con las reservas en niveles de los U$S 30.000 millones, el panorama aparece bastante complicado.