Las entidades prefieren comprar las letras del Central, que rinden por encima de la devaluación, en vez de prestarles a los privados, más riesgosos
Tras un año de que el Banco Central (BCRA) comandado por Juan Carlos Fábrega subiera las tasas de interés de las Lebac después de devaluar la moneda y en un período en que la entidad monetaria se esforzara en esterilizar la emisión monetaria para financiar al fisco, las carteras de los bancos reemplazaron parte del crédito a los privados por la compra de estas letras.
Los bancos privados aumentaron 153% anual la tenencia de Lebac en sus balances a enero pasado, últimos datos difundidos por el BCRA, cuando la tenencia de esas letras ascendía a 17,23% de sus depósitos.
El rendimiento de estas letras resulta tan atractivo que no sólo el Estado desplazó a los privados, más riesgosos, en la toma de crédito de las entidades, sino también a las cuentas corrientes en el BCRA y pases al Central: la liquidez inmediata bajó 6 puntos en un año, al 25,3%, entre los bancos privados.
Así fue que pese al aumento explosivo de Lebacs, la liquidez ampliada de las entidades privadas sólo subió 4 puntos, al 45% de los depósitos. Pero implica que los bancos dejan de destinar casi la mitad de las colocaciones a la intermediación financiera.
Los bancos públicos eran los principales compradores de Lebac antes de que el BCRA subiera la tasa desde un 15,3% al 26,2% actual a 90 días. Pero a enero pasado, las entidades del sector público también habían ascendido su stock de Lebacs al 25,75% de sus depósitos, un alza del 35% anual. En tanto, su liquidez inmediata cayó un punto, al 24,5%. El total del sistema financiero alcanzó el 21,28% de sus depósitos en Lebac.
«Claramente en el último año la proporción de la cartera en Lebacs en mano de los bancos subió mucho. Pero no han sido sólo los bancos quienes compraron Lebacs, también empresas o fondos comunes de inversión, porque dan un rendimiento mayor que un plazo fijo», dijo Pedro Rabasa, director de Empiria Consultores.
El stock de Lebac emitidas por el BCRA creció 127% al 31 de enero de 2015, a $ 298.524 millones, según datos de la entidad monetaria.
«La liquidez inmediata está bastante baja; la que incluye las Lebac está alta. Es que el castigo de quedarte con la plata de más que podés poner en cuenta corriente y pases en el BCRA es altísimo, es la diferencia entre las Lebac a un 26% contra la tasa de pases a un 13% a siete días. Todo lo que les sobra a los bancos lo colocan en Lebac», explicó Rabasa.
Detrás de este fenómeno está la desaceleración del crecimiento del crédito a los privados, que creció 19% a fines de febrero pasado, por debajo de la inflación. Las carteras están más riesgosas, por lo que prestarle al BCRA implica menos riesgo y un rendimiento por encima de la tasa de devaluación.
Para Martín Polo, economista jefe de la consultora Analytica, el aumento de las Lebac en el sistema se debe «a un incremento de los depósitos y a una desaceleración en los préstamos. La mayor cantidad de fondeo que reciben los bancos la usan para prestársela al BCRA. Es una intensificación del efecto crowding out. Gracias a eso el BCRA puede emitir tantas letras, porque el sistema se las compra».
Los depósitos están recuperando un poco de ritmo respecto de fines del año pasado, a un 30% de alza interanual, gracias al tipo de cambio estable y una menor brecha cambiaria.