Hubo un volumen importante de operaciones en los dólares financieros, ya que muchos importadores operan en este mercado para hacerse de las divisas que les niega el Banco Central.
La Argentina vive tiempos en los que no depende de sí misma sino de cómo le va al mundo. Por caso, la mejora del Renminmbi, la moneda china, que cotizó a 6,5522 yuanes (+0,05%) frente al dólar, ayudó a detener la violenta caída de las reservas argentinas. El 53% de las reservas del Banco Central están yuanes y se perdieron USD 412 millones en las últimas 3 ruedas.
China consiguió revertir la baja de su divisa, algo las demás monedas del mundo no consiguieron, porque el Banco Central bajó la tasa de encaje de las cuentas en dólares de 9% a 8%. Ese punto de rebaja significó el aumento de la oferta de dólares en cientos de miles de millones. Las reservas de China suman más de USD 3,2 billones. Pero Brasil no tuvo la misma suerte y el real volvió a devaluarse. El dólar subió 2,29% a 4,99 reales.
Por otra parte, el confinamiento por coronavirus de quienes viven en Beijing, la capital china y la segunda ciudad más poblada del país, volteó a todas las Bolsas del mundo porque es el principal proveedor de insumos para las empresas de tecnología. No extrañó que el Nasdaq, que contiene a las empresas tecnológicas más importantes del mundo, perdiera 3,95%. Tesla fue la mayor perdedora con 12,18% debido a que tiene una planta en Shanghái que le vende vehículos a chinos y exporta el resto a Europa. En la cadena de suministros de Tesla, las empresas chinas cumplen un papel importante.
En la plaza local el dólar “blue” se llevó toda la atención porque aumentó $ 7 a $ 212,50. Pero en realidad, el dólar libre vive del pasado cuando tenía significación por las cifras diarias que manejaba. Ahora, con escasas operaciones de pequeños y medianos ahorristas, corre detrás de los dólares financieros para que su precio no quede desarbitrado. Los operadores tienen que reponer los dólares que venden y se alimentan en buena parte de algún desvío de los MEP.
La verdad está en los dólares financieros que crecieron considerablemente por la mayor demanda de los que tardíamente rompieron el “carry trade”. Deshicieron sus posiciones en pesos y volvieron al dólar. A través del AL30D compraron MEP que subió $ 4,16 (+2,2%) a $ 212,07. El contado con liquidación siguió agrandando su brecha con el MEP y aumentó $ 4,55 (+2,20%) a $ 214,11. El rally de los dólares fue después de las 15. Hasta ese momento, los aumentos estaban en 0,6%. Ahora el cable cuesta 1% que es la diferencia entre dólar MEP y contado con liquidación.
Los negocios en ambos dólares financieros fueron elevados, sumaron USD 116 millones porque muchos importadores están operando en este mercado para hacerse de las divisas que le niega el Banco Central o que promete dárselas en 6 meses. Ellos necesitan insumos para sus industrias que no pueden paralizarlas. Por eso el costo del MEP se traslada sin escalas al costo de vida.
En la plaza mayorista se mantuvo el ritmo de devaluación por encima de 4% mensual. El dólar subió 17 centavos a $ 114,96 y el Banco Central pudo comprar USD 15 millones.
Sin embargo, las reservas crecieron tan solo USD 8 millones a 42.645 millones porque si bien el yuan avanzó levemente y el oro aumentó 0,41%, el dólar subió 0,57% frente a las 6 principales monedas del mundo que integran las reservas locales.
Los bonos indexados y los que ajustan por el dólar oficial (dollar linked) que vencen en 2024 son los únicos títulos que están en la mira de los inversores porque creen que el año próximo será inevitable una gran devaluación por la intensa demanda de divisas por parte de los importadores y empresas que tienen deudas en divisas colocadas en el exterior. También esperan una elevada inflación. El bono más representativo el Boncer 2023 (TX23) que vence en marzo próximo aumentó 1,87% y el que finaliza en 2024, 0,23%. Los bonos dollar linked que vencen en 2023 tuvieron alzas de hasta 1,57%.
También aumentaron los bonos de la deuda con ley extranjera después de haber padecido el día anterior caídas de más de 3%. Hubo dos hechos que jugaron a favor: el rebote del gato muerto, como se llama en la jerga de las mesas al día siguiente del derrumbe y la tasa de los bonos norteamericanos, que bajó a 2,77% de los 2,97 puntos que había alcanzado hace algunos días.La Bolsa no estuvo ajena a la volatilidad. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 1,76% en pesos y 3,8% en dólares. Los negocios fueron los habituales. Se operaron $ 1.047 millones.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares en las Bolsas de Nueva York- negociaron $ 2.892 millones. Las caídas superaron a las alzas. Los más afectados fueron YPF (-7,2%), Globant (-6,8% y Banco Macro (-6,6%).
Para hoy se aguarda la licitación de deuda del Tesoro. La Secretaría de Finanzas espera recaudar $ 280 mil millones para renovar la deuda que vence esta semana. Del menú se destaca un bono dollar linked, el TV24, que vence el 30 de abril de 2024 y las distintas Lecer, que ajustan por la inflación y que serán las preferidas de los inversores. Más de 80% de la deuda del Tesoro está indexada. El resultado será importante para saber si el dólar afectó a los títulos del Tesoro. Lo que es seguro que las letras que pagan tasa deberán mejorar el rendimiento de la licitación anterior para que los privados las acepten. De lo contrario, como sucedió en otras licitaciones, esas letras se las llevarán organismos oficiales.
De lo que no cabe duda, es que el dólar se está reacomodando a velocidad y que ese reacomodamiento no terminó todavía.