Un Banco Central tenso que espera la dolarización de diciembre, se quedó con la tasa de interés como único instrumento ya que no puede intervenir en los mercados de futuros
La calma entre China y Estados Unidos, gestada en el almuerzo del sábado durante la cumbre del G20, derrumbó al dólar en el mundo e hizo subir 4,04% al petróleo.
La pausa en la guerra comercial no solo benefició a la Argentina donde el dólar cayó más de 2%, sino que en lo hizo en casi todos los países emergentes, incluido Brasil. Allí el dólar cedió 0,80% ante el real. También perdió ante las principales monedas del mundo. El índice DXY mostró a la moneda norteamericana con una caída de 0,25 puntos frente al euro, el yen, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo.
En la Argentina, la euforia que dejó en el sector financiero el G20 hizo que el dólar en las casas de cambio y en bancos bajara $1,74 (-2,97%) a $37,62. El «blue» con escasas operaciones perdió 2% y cerró en $36.
El dólar mayorista también cedió. La caída fue importante. El dólar que utilizan los exportadores perdió $1,25 y cerró a $36,54. Solo 40 centavos lo separan del piso de la banda de flotación. De acuerdo al convenio con el FMI, cuando el dólar baje a $36,14, el Banco Central debería salir a comprar divisas para no atrasarse.
De todas maneras, un operador experimentado hacía notar que «estos movimientos no van a durar más de diez días. Después, todos se preparan para las vacaciones y hay empresas que giran utilidades al exterior. Son muchos los que no quieren preocupaciones y dolarizan su cartera en esta época del año. Los vendedores de hoy no fueron tantos, pero acentuaron exageradamente la tendencia del mundo porque necesitan pesos».
Las reservas internacionales subieron USD 110 millones a 51.303 millones. Las ganancias logradas por la suba del euro y del oro, hicieron que las reservas se revalúen en 88 millones. Las salidas de divisas estuvieron dadas por un pago a organismos internacionales por 30 millones y por un millón a Brasil para compensar operaciones de comercio exterior.
El Banco Central aprovechó el viento favorable para bajar la tasa en la licitación de Letras de Liquidez. Captó $ 160.231 millones por los que pagó un máximo de 60,49%, que es 0,54 puntos inferior a lo que cotizó en la última licitación de la semana pasada. Como los vencimientos eran inferiores a lo que captó, sacó de circulación $ 25.382 millones. Dejó más seca la plaza y agudizará la recesión que está mostrando su cara en la menor recaudación de impuestos, en la baja de las ventas de inmuebles y autos, en el derrumbe de ventas de electrónicos, ropa y turismo o en el rechazo de cheques o mora en las tarjetas de crédito. Ningún rubro quedó a salvo del apretón monetario. La gran víctima es el empleo. Además, esta caída del dólar impacta directamente en los exportadores a los que les retienen cuatro pesos por cada dólar que exportan. Este descuento les atrasa considerablemente el valor del dólar.
En Estados Unidos, donde estalló el big bang de la euforia, los analistas apuestan a que es una fiesta de corto plazo que los problemas con China seguirán y esta pausa es oportuna para no jugarse la vida en el sector accionario y cometer el error de revaluar las acciones como lo hicieron hasta fin de setiembre pasado.
El Bono del Tesoro de Estados Unidos sigue en niveles muy altos por eso su renta es de 2,99% a 10 años. Pero hay un problema, se invirtieron las curvas de rendimiento. Ahora los títulos más cortos rinden más que los más largos. Esta situación se da cuando los inversores temen alguna crisis. Por de pronto se cubren de la suba de tasas que la Reserva Federal tiene planeada este mes.
De todas maneras, el Dow Jones en Wall Street subió 1,13%. El S&P 500, el índice más amplio y más importante, avanzó 1,09%. El Nasdaq (+1,51%) fue el que tuvo el rebote más grande porque es el más beneficiado por la pausa en la guerra comercial. China también vivió su rueda de euforia. En Shanghai el indicador China A50 subió 2,63%.
El VIX, conocido como el índice del miedo, se derrumbó 9% a 16,44 puntos. Está en la zona de prosperidad. Cuando pasa los 20 puntos comienzan las preocupaciones y cuando supera los 30 puntos hay crisis.
Los bonos de la deuda fueron los más beneficiados por la cumbre. Al subir la paridad de los bonos, porque sus precios cayeron menos que el billete, el riesgo país tuvo un importante retroceso de 2,12% que lo llevó a 691 puntos básicos y lo sacó de la zona de los 700 puntos.
La Bolsa subió 1,21% con un buen monto de negocios de $ 767 millones. Mirgor (+6,41%), la empresa fue la más destacada. Metrogras (+5,88%) la siguió en la preferencia de los inversores.
En Wall Street los ADR’s argentinos, certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares, tuvieron alzas casi generalizadas. Pampa Energía con 6,54%, fue lo mejor de la rueda. Irsa anotó mejoras por 5,90% y Ternium recuperó 5,34%.
La historia no terminó. Se seguirá escribiendo el martes. Hay un banco Central tenso que teme a la dolarización de diciembre y se ha quedado con la única arma de la tasa de interés porque ya no puede intervenir en los mercados de futuro. Resta saber cuánto más puede bajar la tasa sin afectar los plazos fijos. El lunes no lo debe contar como mérito exclusivo porque fue una caída generalizada del dólar en el planeta por las noticias que salieron de Buenos Aires sobre la guerra comercial.