Los ADR argentinos estarán incluidos en el índice de mercados emergentes de MSCI. El país estaba categorizado como fronterizo desde 2009. La decisión podría revocarse si el Gobierno establece controles cambiarios o que afecten al libre movimiento de capitales. En el mercado esperan subas en las acciones y los bonos. Dujovne y Caputo celebraron la buena noticia
La empresa de índices MSCI declaró ayer mercado emergente a la Argentina. La decisión llega tras 9 años en los que el mercado local estuvo catalogado como fronterizo. La noticia fue muy celebrada por los inversores pero los especialistas advierten que no será una solución inmediata para los problemas macroeconómicos.
El mercado local empezará a formar parte del índice de emergentes desde junio de 2019, siempre y cuando el Gobierno no establezca nuevas trabas al libre movimiento de capitales en los próximos 12 meses. «A la luz de los eventos más recientes que afectan la situación cambiaria del país, MSCI también aclara que revisaría su decisión si las autoridades argentinas introdujeran cualquier tipo de restricciones de acceso al mercado, tales como el control de capital o de divisas», advirtió el gestor de índices en su comunicado.
El índice local emergente estará integrado por compañías argentinas que estén listadas en el extranjero, fundamentalmente ADRs, y excluirá por ahora a los valores que coticen en el país. Según argumentaron, los inversores institucionales del exterior consultados reclamaron mayor liquidez a nivel doméstico antes de incluir a los papeles que cotizan en Buenos Aires. «MSCI reevaluará esta decisión a medida que las condiciones de liquidez en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires continúen mejorando», afirmó el comunicado.
Los inversores confían en la capacidad del país para mantener las condiciones actuales de acceso al mercado accionario, un factor clave para la clasificación. «Estas inclusiones (en referencia a Argentina y Arabia Saudita, que también mejoró su calificación ayer) darán como resultado la expansión del conjunto de oportunidades de inversión global y permitirán una mayor diversidad en el índice MSCI Emerging Markets, que es importante para los inversores», señaló Sebastien Lieblich, director general de MSCI y director global de Equity Solutions.
La noticia trajo alivio en el mercado y fue leída como un gesto de apoyo por parte de los inversores internacionales hacia el gobierno de Macri y su reciente respuesta a la crisis de las últimas semanas. El Gobierno salió a festejar la noticia, que coincidió con la aprobación del paquete del FMI.
«Salimos de emergentes en 2009, por malas políticas que generaron aislamiento y estancamiento. Volvemos porque, desde el año 2015, el equipo del presidente Macri muestra responsabilidad, coherencia y respeto a las reglas. Ser emergentes va a darnos acceso a capital más barato y por ende, más inversión, más crecimiento y más empleo para todos los argentinos», sostuvo el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne.
En sentido similar se manifestó el titular del Banco Central, Luis Caputo: «La reclasificación de Argentina como mercado emergente es un hecho muy importante para nuestro país. Y refleja la importancia de generar condiciones de confianza económicas, políticas y jurídicas sostenibles de largo plazo».
La recategorización es una buena noticia para las acciones y bonos locales, algo que ya mostraron los ADR en la tarde de ayer. «Más allá de las consecuencias objetivas, esto puede llegar a cambiar el sentimiento hacia Argentina, que estaba hiper negativo. El martes, los bonos locales en dólares terminaron tradeando a niveles de estrés, con caídas importantes. Era un marco demasiado negativo para la situación real de la Argentina. No estamos tan mal: se acordó con el FMI, somos emergentes y el Banco Central se dio cuenta de que la primera etapa para salir de la crisis es estabilizar el tipo de cambio», explicó Marcos Buscaglia, socio de Alberdi Partners.
Según estimaciones de JP Morgan, podrían ingresar unos u$s 3500 millones a activos argentinos como consecuencia de la decisión, lo que serviría para calmar la ansiedad en la plaza cambiaria. Sin embargo, los economistas coinciden en que la buena noticia no va a solucionar inmediatamente la crisis que se desató en las últimas semanas. «El impacto de la decisión es muy indirecto. Aunque vamos a tener un veranito financiero, el invierno productivo sigue ahí. Ayuda a calmar ansiedades con respecto a la posibilidad de que falten dólares. Si bien podría haber cimbronazos en el mercado cambiario, hoy hay más herramientas para argumentar que se podría controlar», consideró Martín Kalos, director de Epyca Consultores.
Miguel Zielonka, director de Econviews, coincidió: «Es una buena noticia pero no es una solución a los temas de fondo que venimos enfrentando. Tampoco hay que sobredimensionarlo ni vivirlo como una solución mágica. Es un alivio transitorio pero yo no creo que vaya a tener un desborde inmediato hacia una mejora de la situación macro. Argentina es uno de los países emergentes más vulnerables».