De 10 economistas encuestados por Reuters, 9 aseguraron que, considerando los fundamentos económicos de Brasil, la moneda tiene un precio justo entre 3,20 reales por dólar y los cerca de 3,50 actuales. Un real más estable ayudaría al banco central a controlar la inflación sin tener que elevar las tasas
El real brasileño se negocia en su valor justo o, casi en ese nivel, después de caer un 25% contra el dólar desde el 1 de enero, dijeron economistas, sugiriendo un posible alivio para una de las monedas más golpeadas en lo que va del año.
Las divisas de los mercados emergentes en general han estado bajando y eventos imprevistos domésticos o internacionales todavía podrían hacer que el real se hunda hacia su mínimo histórico de 4 reales por dólar. No obstante, incluso la crisis política de Brasil, uno de los principales factores que han pesado sobre la moneda este año, no parece tan mala como hace un par de semanas.
Son 9 de 10 economistas encuestados por Reuters los que estiman que, considerando los fundamentos económicos de Brasil, el real ahora tiene un precio justo entre 3,20 por dólar y el nivel actual de casi 3,50.
En lo que va de 2015, el real es la cuarta moneda de peor desempeño entre las 152 que sigue la agencia, con un comportamiento solo mejor que las de Kirguistán, Ucrania y Azerbaiján.
Los economistas entienden que el real podría seguir bajando a medida que el debilitamiento económico de China impacta en las importaciones de materias primas brasileñas. Pero pérdidas adicionales lucen menos probables por las señales de que la presidenta Dilma Rousseff podría estar rompiendo el estancamiento político que estuvo bloqueando las reformas.
«¿Habrá pasado lo peor ya para Brasil? Solo el tiempo lo dirá. La idea de que nos acercamos a un punto de inflexión no es tan descabellada como hace solo un mes», escribió en un informe un estratega de mercados emergentes de la firma Brown Brothers Harriman, Ilan Solot.
Una moneda más estable llegaría en un momento crucial pues ayudaría a que el banco central controle la inflación sin necesidad de nuevas subas de la de tasa de interés. También podría tranquilizar a los consumidores brasileños, cuya confianza se hundió a mínimos.
Otro factor que apuntala al real es la decisión del banco central de reforzar la intervención en el mercado de divisas, además de la reciente confirmación de Moody’s sobre que la nota de grado de inversión del país se mantendrá por un par de años.
Luis Stuhlberger, uno de los inversores más influyentes de Brasil y ampliamente respetado por haber hecho ganancias apostando contra el real, se unió al coro la semana pasada en la carta mensual de su firma Verde Asset Management. «Todavía no hay una fuga de capitales relevante, los flujos están razonablemente equilibrados. El tipo de cambio actual, considerando costos de acarreo, parece tener el precio justo», escribió.
Verde es el mayor fondo de cobertura de Brasil, con activos por unos 30.000 millones de reales (u$s 9.000 millones). Con seguridad, algunos bancos, incluyendo a Credit Suisse y Societe Generale, siguen pronosticando un mínimo histórico de 4 reales por dólar en 2016.
La crisis política brasileña sigue siendo severa y cientos de miles de brasileños volvieron a las calles el domingo para pedir la salida de Rousseff. «Una impugnación (de Rousseff) está sobre la mesa. No es una amenaza ociosa», dijo un economista de mercados emergentes de Schroders, Craig Botham.