Tras la salida del cepo cambiario y devaluación, muchos ahorristas destinaron los dólares que tenían bajo el colchón para depositarlos a plazo fijo en dólares, los cuales subieron u$s 2.002 millones desde el 20 de diciembre pasado, debido a la suba de tasas, la posibilidad de comprar divisas libremente y a temas impositivos. Hoy el tipo de cambio no para de subir desde el 20 del mes pasado, pero la compra de divisas minorista baja un 30%.
Según coincidieron los bancos consultados, los minoristas trasladaron los pagos de aguinaldos y bonus cobrados a fines de diciembre y principios de enero a la compra de billetes, así como los plazos fijos en pesos que les fueron venciendo.
Parte de esas compras y de los dólares que las personas tenían acumulados en las cajas de seguridad (o bajo el colchón) fueron a parar a los plazos fijos en dólares. «Sacan los dólares de las cajas de seguridad y los vuelcan a plazo fijos», coincidieron.
Es habitual que los inversores pasen su dinero a plazo fijo para obtener exenciones impositivas. Y en enero el banco Santander pagó tasas por encima del 4% anual para esos depósitos, lo que obligó al resto de los bancos grandes a empatarlo con sus clientes más importantes.
La inversión fue muy rentable, porque además de la tasa, los inversores ganaron por la suba del dólar casi 7% mensual.
Hoy las tasas que pagan los plazos fijos en dólares volvieron al rango de 1,5% al 2,5%, ya el Banco Central (BCRA) bajó las tasas de las Lebac en dólares, destino de esos depósitos, al 1,5%.
La acumulación de depósitos ayuda a engrosar las reservas. Pero el BCRA redujo los encajes de los depósitos en dólares del 30 al 20% para que los bancos emprendieran la colocación de prefinanciaciones a las exportaciones.
«Todavía conviene hacer plazos fijos en dólares, no por la tasa sino por la expectativa de devaluación», dijo el jefe de banca privada de un banco local. «Los futuros están baratos. Hoy conviene comprar Lebac a 30 días y futuros a 30 días, con ganancias del 18%, porque la perspectiva es que el tipo de cambio va a seguir subiendo», agregó.
Desde el 20 de enero el dólar no para de subir y el mercado se pregunta cuál será el techo, o el precio en el que el BCRA empezará a intervenir en el mercado de cambios. Ayer el mayorista alcanzó $ 14,23 y en la City $ 14,41 (y el blue quedó levemente por debajo, $ 14,4).
Sin embargo, no se ve al público minorista ansioso por comprar dólares para adelantarse a una posible suba.
Según coincidieron los bancos, la demanda minorista de billetes cae un 30% respecto del mes pasado, en parte por que la compra de divisas siempre cae en febrero pero también porque la gente no está preocupada por el calentamiento del tipo de cambio.
«Se achicó la compra al juntarse los tipos de cambio un poco más: el oficial sube y el blue baja. Y hay como un poco de desinterés», dijeron en un banco minorista, donde observaron una caída del 20% de las operaciones y de un 30% de los importes de compra.
«Las expectativas iniciales eran que el dólar superara los $ 15. No hay incertidumbre ni ansiedad por posicionarse», coincidieron en otra entidad que observa una caída del 30 al 35%.
La demanda de dólares de minoristas es normal que caiga en esta época del año. Pero el contraste es mayor porque en enero se vivieron las consecuencias de la liberación del cepo. «Hubo una efervescencia anormal para la época producto de que se liberó el cepo después de cuatro años y había mucha demanda insatisfecha», explicó el banquero.
«La gente está con optimismo, saca sus dólares y hace plazos fijos. Pero no vemos que vendan esos dólares y se pasen a pesos. Un paso importante fue que la gente sacó los dólares del colchón, falta que la gente confíe y venda los dólares. Un nivel más de confianza», agregó.