El INDEC también revisa las cuentas que miden la evolución de la economía a través del PBI. Es parte del compromiso con el FMI. Y deben tener lista la nueva metodología antes que termine marzo.
Tras la difusión del nuevo índice de precios, el INDEC está trabajando a toda máquina en una revisión de las cuentas que miden la evolución de la economía a través del Producto Bruto Interno (PBI).
El nuevo IPC y un nuevo PBI, es decir inflación y crecimiento económico; fueron compromisos adoptados por las autoridades del INDEC con el FMI. Y se fijó una fecha para cumplirlo: primer trimestre de 2014.
Estos cambios en las estadísticas oficiales constituyen una condición que le impusieron al Gobierno en el Club de París y en los mercados financieros para la “normalización de las relaciones con el FMI”, un punto clave a su vez en la agenda del Gobierno para obtener créditos del exterior.
Otros puntos pendientes consisten en arreglar la deuda con el Club de París, acordar con los “fondos buitres”, con Repsol y “levantar” los litigios en el CIADI, el tribunal arbitral del Banco Mundial.
La revisión de estos dos indicadores van de la mano, porque la manipulación de las cifras de inflación hacia abajo ayuda a “inflar” los porcentajes de crecimiento.
El INDEC admitió una inflación de 3,7% a nivel minorista en enero y de 4,9% a nivel mayorista.
Por esa razón los especialistas sostienen que desde la intervención del INDEC a comienzos de 2007, Argentina registraba en las estadísticas oficiales bajos niveles de inflación, del orden del 10% anual, con relación a los reales (25% promedio). En paralelo casi como un efecto espejo se registraban mayores tasas de crecimiento.
Además de alterar numerosos indicadores, como los de indigencia y pobreza o salarios reales, los números “truchos” afectaban el mercado de títulos públicos.
Así, los bonos en pesos ajustados por el CER (inflación) quedaban rezagados porque se indexaban por un coeficiente menor, y los cupones vinculados al PBI se sobrevaloraban por el “plus” estadístico de crecimiento económico. Por eso, al conocerse el 3,7% de enero, los bonos ajustados por CER pegaron un fuerte salto.
Se descuenta que tras la revisión del PBI, el INDEC deberá revisar también la canasta alimentaria y la canasta total que, junto a la evolución de los precios y de los ingresos, se utiliza para medir la indigencia y pobreza. Mientras tanto, el INDEC interrumpió la difusión de los valores de las canastas.
La revisión de las cuentas del PBI abre un fuerte interrogante sobre el pago este año de unos US$ 3.600 millones del cupón PBI en base al crecimiento de 2013.
En el canje de la deuda de 2005, el Gobierno se comprometió a pagar un plus a los bonistas si la Argentina crecía por encima de un porcentaje.
Para 2013 el límite que disparaba el pago del cupón PBI era 3,22% y el Gobierno calculó que el crecimiento del año pasado fue del 5%.
En cambio, Muchas consultoras privadas dicen que el crecimiento real de 201 fue del 3% o un poco menos.
Ahora, con la revisión oficial del PBI muchos especulan que los números podrían arrojar menos del 3,22% y el Tesoro Nacional se “ahorraría” de pagar semejante cifra.
En la Argentina muchos economistas, como Javier Alvarado o Hernán Lacunza, no descartan esa posibilidad. También dicen lo mismo en el exterior. Para el economista Vladimir Werning, de JP Morgan, el nuevo IPC “constituye un anticipo del primer intento hacia la normalización de las hasta ahora distorsionadas estadísticas del IPC y el PBI”.
Y también, “el anticipo de la nueva base del PBI que el INDEC anunciará. Una inflación más baja debiera sincerar un menor crecimiento de la economía y revisar el pago de más de US$ 3.000 millones previstos para este año”, sostuvo Werning.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/inflacion-Gobierno-admitiria-menor-crecimiento_0_1086491349.html