El lunes y el martes, tras conocerse los resultados de las PASO, el volumen del Merval se recuperó.
Lejos quedaron los montos récords que movían las acciones en los primeros meses del año. El lunes y el martes, tras conocerse los resultados de las PASO, el volumen del Merval se recuperó, al punto de triplicar lo que se había operado el viernes anterior.
Sin embargo, en las últimas horas la pasividad del mercado volvió a dominar la jornada bursátil. De hecho, los analistas no creer que vaya a haber alguna reactivación de la demanda salvo que surja alguna noticia que entusiasme nuevamente a los inversores.
Ayer la bolsa sumó 0,3% y se negociaron tan sólo $ 120 millones, muy por debajo de los $ 270 millones de principios de semana y de los casi $ 400 millones que se registraban en marzo pasado.
«Durante dos ruedas volvimos a ver montos promedios que se veían meses atrás, pero después el volumen volvió a aplacarse. No veo cambios en el corto plazo salvo que pase algo inesperado», señaló la analista de Portfolio Personal Sabrina Corujo.
A su vez, desde Puente indicaron que en el caso del Merval 25, si bien el índice tuvo correcciones en los últimos meses se llevaron a cabo con muchísimo menos volumen que cuando se marcaban avances fuertes: «El 36% de suba que tuvo el Merval 25 entre febrero, marzo y abril se dio con un volumen promedio mensual de $3.800 millones, mientras que la corrección de 7% entre mayo, junio y julio se dio con un volumen promedio mensual de $2,700 millones, o un 28% menos de volumen».
Esto demuestra que si bien hubo mucho interés por las acciones locales cuando la tendencia era alcista, al momento de salir a vender los inversores no desarmaron todas las posiciones, es decir que «dejaron un pie» en el país.
Sucede que el Merval llegó a dispararse hasta un 45% en menos de cuatro meses, el último día hábil de 2014 el índice porteño cerraba en los 8.666 puntos mientras que para fines de abril ya había superado los 12.400 puntos.
En aquel momento las encuestas posicionaban mejor al candidato a presidente del PRO, Mauricio Macri, y los inversores celebraban una posible victoria de un gobierno «market friendly». Fue la presentación de la fórmula oficialista Daniel Scioli-Carlos Zannini en junio y un cambio en los sondeos a favor del kirchnerismo lo que «espantó» al mercado.
De todas formas, se puede interpretar como una señal de fortaleza de las acciones que las bajas no hayan sido acompañadas por el mismo nivel de volumen que durante las subas. Esta semana los avances respondieron tanto a las chances de que Macri sea presidente como a la creencia que, de ganar el kirchnerismo, Scioli deberá girar hacia políticas más ortodoxas.
En cuanto a la rueda de ayer, el cierre podría haber sido más importante de no ser por Petrobras Brasil y Tenaris: los bancos dominaron la jornada, saltaron entre 2,5% y 5,1%, pero la petrolera se hundió 4% y la empresa de tubos de acero perdió 1,1% y achicaron las ganancias de la bolsa.
«Si no es por el análisis de lo que dejaron las PASO o por las repercusiones por la devaluación en China, no pasa nada en el mercado», comentó Corujo. Por su parte, Gustavo Ber del Estudio Ber subrayó que la bolsa está «en modo pausa, a la espera de las señales políticas».