Datos muy altos de inflación en enero y febrero, fue de 3,8% según se conoció ayer, forzaron una reacción de Sandleris. La meta de emisión cero ahora llega a fin de año.
Ante un nuevo dato negativo de inflación de febrero el Banco Central (BCRA) decidió dar una vuelta de tuerca más al apretón monetario sin alterar las características del esquema que implementa desde octubre pasado. En una conferencia del presidente de la entidad, Guido Sandleris, convocado hora y media después de conocerse que el nivel general de precios avanzó 3,8% el mes pasado, la entidad comunicó que el régimen de «emisión cero» se extenderá hasta fin de año, que el ajuste estacional de la meta previsto para junio será eliminado y que el sobrecumplimiento de la meta de base monetaria se extiende también hasta el cierre de este año. Un endurecimiento de la política monetaria.
«Hace un rato el INDEC dio a conocer el número de inflación de febrero, 3,8% mensual es una inflación demasiado alta», arrancó Sandleris. «Esto no implica que el esquema no esté funcionando. El esquema funciona y la inflación va a bajar este año. Sin embargo, los procesos de desinflación no son lineales, especialmente cuando en el camino hay reacomodamiento de precios relativos y efectos rezagados de los shocks del año pasado», agregó.
A la hora de explicar los motivos que pesaron en el abultado IPC de febrero, el banquero central enumeró la suba del 4,2% en tarifas, el 10,3% promedio en el precio de la carne luego de la sequía del año pasado y tercero la recomposición de márgenes en algunos sectores que leyó como «una señal de la incipiente recuperación de la actividad económica».
En la conferencia, además, Sandleris anunció una serie de «medidas adicionales» con las que el Comité de Política Monetaria (que se reunió ayer) busca reaccionar al dato de inflación e intentar limitar su impacto en expectativas de inflación futura.
Primero, extender el objetivo de crecimiento cero de la base monetaria hasta fin de año, algo que estaba previsto inicialmente hasta mediados de este año. Segundo, hacer permanente el sobrecumplimiento de la base monetaria alcanzado en febrero (por lo que el nuevo techo pasa a ser $ 1,343 billones, $ 41.000 millones por debajo del nivel previo).
Tercero, el Copom decidió eliminar el ajuste por estacionalidad previsto para junio de su meta de base, que ahora se posterga a diciembre, otro mes en el que suele aumentar la demanda de dinero.
Por último, el Copom estableció que los límites de la zona de no intervención cambiaria crecerán a 1,75% mensual durante el segundo trimestre del año, frente al 2% de este año.
«El Copom toma en cuenta una variedad de elementos para definir el ritmo de actualización, uno el impacto que tendría en el tipo de cambio real si el dólar estuviera en el piso de la ZNI, nos deja cómodos ese tipo de cambio real porque está muy por arriba de lo que fue en los últimos años», dijo Sandleris ante la consulta de El Cronista. «El otro que esté un poco por debajo de la expectativa de inflación esperada, la idea es dar una señal de la percepción del BCRA sobre esa expectativa», agregó.
Por último, el Copom dijo que mantendrá en u$s 50 millones su capacidad de compra diaria de divisas en caso de que el dólar caiga por debajo de la ZNI.
Entre analistas, las decisiones del Copom fueron evaluadas en forma positiva, aunque no con grandes esperanzas.
«Por el timming del anuncio, me da la impresión de que estas medidas apuntaron a evitar un aumento adicional de las expectativas de inflación. Creo que van a lograr que suban menos», dijo Hernán Hirsch, economista.
«Es razonable dar señales de dureza si la inflación supera lo esperado, aunque a esta altura queda claro que la desinflación será lenta, con tasas más altas por más tiempo», coincidió Miguel Zielonka de Econviews.
«Hay un endurecimiento del sendero de Política Monetaria. Que es más sobre el sendero futuro, el segundo semestre, que el inmediato, pero que contribuye a reducir la percepción de riesgo y las expectativas de inflación y con ellas las presiones cambiarias e inflacionarias presentes», dijo Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma.