Los analistas de mercado se sorprendieron por las subas registradas por los títulos públicos durante la semana pasada. Se espera que está semana siga la misma tendencia. También hay interés en deuda emitida por empresas.
“Alguien conoce algo que los demás desconocemos” señaló un operador al ver las infrecuentes operaciones de uno de los bonos más vulnerables a un default: el Bonar 2020 que lleva un alza de 1,69% en dólares en el mes, pero que en la última rueda subió 1,23%. Estos bonos tenían una paridad de 27% y ahora están en 37%.
También subieron los bonos largos, en particular el Discount en dólares con ley de Nueva York, que es el más representativo para medir el riesgo país. El título aumentó 1,24% y fue el responsable de que el riesgo país bajara 23 puntos a 2.250 puntos básicos.
Hay mucho movimiento alrededor de los bonos y van a ser la clave de la semana. También se están moviendo los bonos privados en dólares (Obligaciones Negociables). Los de YPF ya tienen una paridad de 87% en Nueva York y los de IRSA o Aluar, están entre los más buscados. No es que los que compran estos títulos buscan hacer grandes diferencias, sino que prefieren tener sus dólares colocados en bonos que pagan una buena tasa de interés antes que en una cuenta bancaria. Se perdió buena parte de temor a tener los dólares en bancos locales.
De hecho, la salida de dólares parece haber cesado. Después de la suba de los depósitos en dólares por más de USD 150 millones del viernes 15 de noviembre, comenzaron el lunes de la semana pasada en el mismo nivel de acuerdo a los últimos datos que dio el Banco Central.
Al no salir dólares del sistema, no se reducen los encajes en el Banco Central situación que, sumada a las compras diarias que hace la entidad en el mercado mayorista para mantener equilibrado el dólar, hizo que el viernes las reservas sumaran USD 46 millones al finalizar en USD 43.582 millones. En la plaza mayorista, ese día se negociaron USD 386 millones de dólares, casi todos aportados por los exportadores que se apresuran a liquidar sus posiciones antes de que aumenten las retenciones. El comprador en soledad fue el Banco Central que se alzó con más de USD 100 millones.
En bancos y casas de cambio el dólar oficial estuvo equilibrado y solo perdió 1 centavo a $ 62,90, mientras que el mayorista cayo 3 centavos a $ 59,78. El dólar libre subió algo más de $ 1 y terminó en $ 68. Y si faltaba algo para cerrar la rueda en equilibrio, el dólar contado con liquidación quedó sin cambios en $ 74,85 al igual que el dólar Bolsa que cerró a $ 71,61.
Por su parte, la Bolsa coronó una buena semana donde aumentó 5%. En la última rueda ganó 1,03%.
También subieron los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- ayudados por los papeles de empresas de energía. Aunque Despegar (+6,01%), fue lo más destacado, sobresalió Edenor (+3,79%) y Central puerto (+2,22%). La baja del precio del petróleo de poco más de 1%, no impidió que Ternium logró sumara 3,31% e YPF 2,83.
La última semana del mes, parece que va a estar regida por los bonos. La suba está abaratando los precios de las operaciones con dólares alternativos. Hay muchas apuestas a la renegociación de la deuda. Por ahora, los inversores no imaginan situaciones de confrontación irreversibles en la negociación. No creen que los acreedores aceptarán que la Argentina no pague bonos durante dos años, pero imaginan un escenario donde le pedirán que baje el gasto público, le aceptarán quitas y prórroga de los plazos. Si el país, asegura superávit fiscal a lo largo de los próximos años, tiene una excelente oportunidad de hacer un canje, porque en Asia y Europa tienen tasas negativas y en Estados Unidos rinden apenas 1,78% mensual. En la Argentina el rendimiento de los bonos hoy tiene un abanico de rentas que comienza en 17% para los bonos más largos como el Discount y termina en 233% para el Bonar 2020. Las curvas de rendimientos invertidas, indican que el país está al borde del default y de continuar en recesión. También es un preanuncio de hiperinflación. De allí la necesidad de renegociarlos para que la curva vuela a su normalidad.
Una buena negociación sería conveniente para las dos partes. Pero esto implica que la Argentina muestre un plan de ajuste donde el Gasto Púbico ceda considerablemente para demostrar que les quedará resto para pagar el nuevo perfil que va a tener la deuda en dólares. Que aumente el ingreso de divisas vía exportaciones, es otra condición necesaria.