Acciones extranjeras que cotizan en la bolsa porteña, fideicomisos atados a la producción de trufas gourmet y un fondo que invierte en whisky de alta calidad son parte del menú
Para muchos, es el calendario electoral el que tiene la voz cantante a la hora de tomarle el pulso a las inversiones en este 2015. Para otros, en cambio, la procesión va por dentro. Y sin embargo, existe un tercer grupo que no adhiere a los plazos fijos y bonos, y en cambio se manifiesta a favor de inversiones que además de reunir requisitos de buenos dividendos y bajo riesgo, también asumen un toque de sofisticación. Invertir en acciones extranjeras desde la Argentina, una tentadora inversión en el negocio de las trufas con grandes dividendos en dólares y hasta un fondo de inversión que se dedica a capitalizar las subas en el mercado de las botellas de whisky más onerosas pueden ofrecerle al potencial inversor, alguna alternativas que estaban hasta hoy fuera del mapa.
Apple, Cisco y JPMorgan
Las acciones extranjeras que cotizan en la bolsa local son una alternativa que pocos parecen tener en cuenta. Para los analistas, existe al menos una decena de papeles que resultan ideales por ser los más líquidos, si bien la liquidez no es precisamente algo que distinga a los Cedear. Estrictamente hablando, se trata de certificados que representan el depósito de acciones de sociedades extranjeras que no tienen autorización de oferta pública en nuestro país. Es así como las acciones están depositadas en su mercado de origen y lo que cotiza aquí es un certificado que acredita la existencia de dicho depósito. Entre las ventajas se cuenta la posibilidad para inversores locales de incluir en su cartera acciones de empresas extranjeras bajo la forma de certificados, sin necesidad de abrir una cuenta y realizar la operación en el exterior además de los derechos inherentes a los títulos valores representados por los cedeares.
También ofrecen la posibilidad de canjear el cedear por los valores que éstos representan, lo que obliga a la entidad emisora a tener desde el momento de la emisión tantos títulos valores como cedeares de estos valores se encuentren en circulación. En el caso de que el inversor solicite el canje los cedeares correspondientes deben ser cancelados y destruidos. Entre los más negociados se encuentran las acciones de Citigroup, Apple, JPMorgan, American Airlines, Bank of America, Cisco, General Electric, Google, IBM e Intel. Las ganancias que genera un cedear resultan de la variación de su precio en el mercado según la oferta y demanda del instrumento. Este precio mantiene una relación con el precio del activo subyacente pero no es necesariamente igual. Por otro lado, en el caso de cedeares que tienen como subyacente acciones o ADR y pagan dividendos, los inversores obtendrán los dividendos derivados de sus activos subyacentes, teniendo en cuenta la relación cedear-activo subyacente, es decir, cuántas acciones o ADR representa el cedear.
Trufas, el diamante negro
El negocio de los fideicomisos vinculados al agro ha dado frutos. Sin embargo, las trufas prometen por partida doble: por un lado, se trata de un mercado exclusivo donde el producto cotiza a varios miles de euros; por otro, resulta atractiva la posibilidad de ?subirse? al mercado argentino, que muy pronto exportará a las principales plazas del mundo. En el sector señalan que la rentabilidad bien puede llegar al 38% anual en dólares sobre el capital invertido. La primera plantación de trufas negras de Perigord la comenzó a desarrollar un grupo de emprendedores en la provincia de Buenos Aires.
La empresa, cuyo nombre es Trufas del Nuevo Mundo, ya cuenta con unas 50 hectáreas propias ubicadas en la localidad de Espartillar, en la zona de Sierra de la Ventana, y funciona con un modelo de fideicomiso. Si bien el proyecto arrancó en 2010, este año se obtuvieron las primeras trufas de prueba y el año próximo arranca la cosecha. La inversión total fue de u$s 2,8 millones y se financió con dos fideicomisos en el que ya ingresaron 60 inversores (medianos y pequeños) que desembolsaron entre u$s 25.000 y u$s 14.500 cada uno, si bien aún queda lugar para algunos inversores más. El dato es que hasta el momento, la empresa implantó 20.000 árboles micorrizados y con lo producido en el primer año se apunta a exportar a Europa y Estados Unidos, pero también habrá un mercado local de hoteles cinco estrellas y restaurantes que hoy tienen que importarlas y están pagando precios altísimos.
Whisky para todos
Hace seis años se creó el primer índice que sigue específicamente a esta bebida, pero el dato es que los mejores whiskies de malta han aumentado su valor en casi 700%. Por ejemplo, según comentan los especialistas, hace apenas algunos meses una sóla botella de escocés Macallan ?M? se vendió por un récord de u$s 628.000 en una subasta. La ecuación es simple: hay cada vez menos botellas de whisky puro de malta añejo y raro para una demanda que crece. Hay varios ?bemoles? para analizar: el whisky es una bebida espirituosa elaborada con cereal ?maíz, arroz, cebada?, que se somete a un proceso para convertirse en malta y pasar a la destilación, y luego se lo deja envejecer en barricas de roble. El dato es que una parte se evapora en el barril mientras envejece. A mayor cantidad de años, mayor evaporación. Precisamente esta es la razón por la que los whiskies de más edad son más raros y valiosos. Por ejemplo, una botella de escocés Glenfiddich 1937, envejecido durante 64 años, se vendió por u$s 72.000 en una subasta de Christie?s en 2012. Sólo se produjeron originalmente 60 botellas. Los inversores también pueden participar en el único fondo de inversión de whisky del mundo, lanzado a principios de este año y gestionado desde Hong Kong.
La cartera del fondo incluye más de 3,000 botellas, principalmente de Escocia y Japón. Los gestores del fondo ya han recaudado 4 millones de dólares y esperan recaudar otros 6 millones más para fines de este año, y planean pagar dividendos anuales de las ganancias de las botellas vendidas. Y aunque la inversión está abierta a cualquier persona, no es exactamente el activo más barato de adquirir. El fondo que maneja el estratega Rickesh Kishnani requiere una inversión mínima de u$s 250.000, mientras que algunas colecciones de inversión privada valen millones.