Teniendo en cuenta el riesgo de los activos locales, se presentan alternativas para diferentes grupos de inversores: conservadores, moderados y agresivos
Ya pasó prácticamente la mitad del verano y no hay dudas de que si se lo analiza desde el punto de vista del inversor resulta intenso -y hasta en algún punto, según el perfil que tenga, agobiante-. No es una sorpresa. A una coyuntura externa que, aun marcando niveles récords para los principales índices accionarios americanos se mueve dentro de un marco de incertidumbre alto, se le suma una realidad local en la que los desafíos se mantienen pero las expectativas se arman sobre escenarios optimistas. Algo que el mercado toma y lo traduce a precios, aunque por momentos con volatilidad creciente y cierta selectividad que se va profundizando (y se entiende que con razón).
Es en este punto que se busca en esta nota orientar en algunas ideas para pasar lo que resta del verano y más también. Optar por alguna de estas carteras propuestas o un mix de ellas (siempre con la que se duerma mejor) dependerá lógicamente del grado de aversión al riesgo con el que se identifique, que además -premisa básica en finanzas- también determinará gran parte de la rentabilidad esperada.
Nuestra visión convalida hoy un escenario de base positivo en cuanto al riesgo argentino para los próximos meses. De hecho, salvo sorpresas que de corto sólo vemos posible de venir del escenario internacional, lo que parece estar garantizado es la demanda. Esto en una coyuntura fundamentada en una reactivación proyectada de la economía, un gradualismo fiscal que se mantendrá, y avances en reformas estructurales que sigan apuntalando un marco institucional y financiero más alineado a los estándares internacionales, convalidando el reposicionamiento de la Argentina nuevamente dentro de los emergentes. En este sentido se analizan justamente las noticias del esperado reingreso de los activos argentinos a los índices de referencia de esta región.
En cuanto a los instrumentos, está claro que no existe necesidad de presionar sobre una dolarización de las posiciones, sino que más bien se convalida una ecuación de corto plazo en donde la tasa de interés y la inflación se ubicarán por sobre la devaluación. Un escenario en consecuencia en donde el carry en pesos seguirá siendo atractivo, aunque eso no implica -que según el momento y es importante entenderlo- se deba ir arbitrando entre tasa fija, o ajuste Badlar o CER.
Jugará acá en especial el camino proyectado, más o menos gradual, para la desaceleración de la inflación y su convergencia a las metas del Banco Central. Arbitrajes que en realidad se determinarán en parte la política monetaria y la fijación de las tasas de interés, y otras variables, como negociación salarial y tarifas públicas, entre otras.
Esto dentro de un marco en el que el tipo de cambio (a pesar de mostrar por momentos mayor volatilidad) debería evitar saltos importantes. Se coincide en este escenario con las estimaciones del relevamiento de expectativas de inflación del BCRA, que delinean una expectativa de devaluación implícita menor al 17% a fin de año y del orden del 15% a mitad de año.
Ahora bien, sobre la base de este escenario y sosteniendo el atractivo de riesgo local, se presentan tres carteras para diferentes perfiles de inversión. La idea no apunta a ser una recomendación final producto de que se dependerá, entre otras variables y por fuera de la coyuntura (lógico), del monto a invertir y el horizonte de inversión.
En todas apuntamos a una diversificación entre pesos y dólar, y renta mixta y variable (salvo en la más conservadora). Ambos riesgos que en conclusión, se entiende que hoy resultan atractivos en un escenario que, se insiste, es positivo a mediano y largo plazo para los activos argentinos, y dentro de una coyuntura esperada donde jugarán fundamentals macro y microeconómicos. Esto no implica que no puedan existir en el camino resbalones, que podrían encontrar sustento en lo externo o en algo propio, pero es acá donde nos refugiamos en la diversificación primero y en la selectividad después.
Descripción de activos
Lebacs. Letras del Banco Central. Las tasas de corte de la última colocación se ubicaron en 23,2%, 23%, 22,5%, 22,27%, 21,96% y 21,75% para los plazos de 49, 84, 112, 175, 238 y 294 días, respectivamente. Se mantienen positivas en términos reales. Este martes se licitarán a 42, 77, 105, 168, 231 y 287 días. Dato: será la última licitación semanal; desde febrero éstas serán mensuales. La próxima, en consecuencia, será el 14 de febrero.
Letras subsoberanas. Son símil a las letras del BCRA, pero emitidas por provincias, o municipios. No hay un cronograma preestablecido en la mayoría de los casos. Lógicamente por el riesgo implícito, diferente al BCRA, generalmente tienen rendimientos mayores.
Letes. Letras del Tesoro Nacional en dólares. Renacieron el último año como un instrumento de financiamiento de corto plazo del Gobierno Nacional. Resultan un instrumento atractivo para posiciones conservadoras, con un rendimiento que se ubica por arriba de las colocaciones a plazo bancarias e incluso supera -según el momento de que se trate- a opciones similares dentro del mercado. La última licitación, el miércoles pasado, fue a una tasa preestablecida de 3% y 3,3% para los plazos de 77 y 168 días, respectivamente. La próxima licitación tendrá lugar el 16 de febrero.
Títulos Soberanos en dólares. En la parte media/corta de la curva soberana, se destaca el nuevo bono a cinco años (A2E2), con una duration de 4,4 y TIR del 5,6% anual. Como dato, este título tiene una ficha mínima de 1000, permitiéndole ser opción para carteras minoristas. Mientras que de la parte larga, hay atractivo en el bono Descuento. Se estira la duration a 7,7, y rendimiento del 7,5% anual. Seguimos viendo en esta curva un potencial de reducción de los spreads de riesgo, con lo que junto con los cupones altos que tienen los bonos argentinos, permiten proyectar retornos totales importantes aún bajo escenarios conservadores.
Títulos Soberanos en pesos. Acá se juega con el arbitraje que hoy se analiza entre tasa de interés variable, fija y CER. En estos últimos las opciones van en la actualidad de rendimientos de entre 2,5 y 4,8%, inflación para duration de hasta 15 años. Por su parte, la mayor caída en la Badlar que le había quitado atractivo a estos títulos en los últimos meses en comparación con las letras, parece encontrar un piso en la reducción del diferencial entre ambos rendimientos, lo que lleva a mirarlos nuevamente. Interesa en este caso la duration de menos de los dos años con un spread arriba de 350-400 puntos. Por último, dentro de las opciones a tasa fija, nos inclinamos por el TO23 que presenta un rendimiento a finish alto si consideramos que el BCRA será exitoso en cumplir con las metas proyectadas.
Títulos provinciales en dólares. En las opciones más cortas y conservadoras, podemos destacar el CABA 2021 -TIR del 4,9% anual- o el Córdoba 2021. Por su parte, en la parte media nos inclinamos por Salta 2024, Mendoza 2024 y Chubut 2026 con duration de entre 4-4,5 años y rendimientos del 7,5-8,5% anual. Es importante igual tener en cuenta que estos títulos generalmente tienen ficha mínima alta, lo que limita el ingreso de inversores minoristas.
Acciones. Mantenemos una visión de fondo positiva para las acciones locales, por diferentes motivos que van desde la coyuntura económica general hasta lo particular de algunos sectores o empresas puntuales. Ingresan en este análisis también el crecimiento esperado para el mercado de capitales y los flujos positivos proyectados. Nuestra selección, en renta variable, apunta a expectativas y fundamentals, más liquidez. Entre los papeles recomendados -con una visión de mediano plano- destacamos YPF, PAMP, TGS, BMA, AGRO, PETR, CRES, CTIO y ERAR.
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Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1979741-tres-opciones-para-invertir-en-un-verano-intenso