El Ejecutivo sumó u$s660 millones a través del plan de exteriorización de capitales. El ministro de Economía Axel Kicillof había aconsejado a la prórroga de la iniciativa
Pasan los días y se acerca el final del tan mentado blanqueo de capitales, prorrogado hasta fin de este mes. El Gobierno, con el actual ministro de Economía Axel Kicillof a la cabeza, había decidido extender el plan de "exteriorización de capitales" que empezó a regir oficialmente el 1 de julio y que a inicios de octubre fue prorrogado por otros tres meses más hasta fin de año.
"Así no estará sujeto a toda esa hojarasca electoral que tiende a crear clima de desazón y peligro de crisis", había explicado Kicillof cuando dio sus razones para aconsejarle a la presidenta que extienda el blanqueo.
A poco más de quince días de que termine el año y el blanqueo en su segunda ronda, la exteriorización de capitales está concluyendo en un rotundo fracaso. Suma tan sólo u$s660 millones cuando el Gobierno esperaba u$s4.000 millones.
Mediante el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade) se captaron menos de u$s200 millones desde julio hasta la actualidad. Creció el monto, es cierto. A finales del primer plazo, o sea de julio a septiembre inclusive, se habían recibido u$s26 millones.
El segundo instrumento que emitió el Gobierno (en ese caso el BCRA) es el Certificados de Depósitos de Inversión (Cedin). Desde julio y hasta la actualidad, captó un total de u$s460,3 millones. Entre julio a septiembre inclusive, habían ingresado u$s341,6 millones a través de esta vía. Creció poco en esta segunda fase.
La gran diferencia entre el Baade y el Cedin es que en éste último caso, los dólares no quedan en las arcas del Central ya que al ser para la construcción, quien cobra este certificado pide al Central esos dólares y se los lleva.
El blanqueo, más allá de una medida sin resultados a la vista y con única necesidad de conseguir dólares (aunque sean los provenientes de ilícitos), disparó un feroz interna en el otrora "equipo económico".
Kicillof, entonces vice de Economía, había dicho públicamente cuando le tocó defender el Presupuesto 2014 en el Senado que él y Mercedes Marcó del Pont (eyectada del Banco Central en el último recambio de Gabinete) le habían aconsejado a la presidenta que haya una prórroga. Defendió el plan original del otro eyectado funcionario, Guillermo Moreno.
Según Kicillof, el blanqueo era "una medida tremendamente acertadaporque no se trata solo de un blanqueo impositivo, esta vez estamos pidiendo que esa divisa que no estaba declarada, se destine a dos instrumentos económicos como la construcción y energía".
Del otro lado del mostrador estaba el titular de la AFIP Ricardo Echegaray, que había aconsejado darlo por terminado teniendo en cuenta el fracaso evidente. Ahora el recaudador, que volvió a ser desautorizado cuando aumentaron el impuesto al dólar turista al 35% mientras que él pregonaba no subir la alícuota, espera que la presidenta lo eche. "No va a regalarle la renuncia, que alguien pague el costo político", dicen en su entorno.
De los funcionarios del área económica que se mostraron juntos lanzando el blanqueo en julio, quedó Kicillof quien gozó de un ascenso por parte de CFK, y Echegaray que está esperando en su despacho que lo renuncien. En el medio, los dólares incluso ilegales no quisieron volver.