Por Invecq Consultora Económica.
Resumen semanal
Esta semana, el BCRA publicó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del mes de abril. En el informe se observa una reducción de 0,2% en las expectativas de inflación del IPC-GBA para 2017, desde el 21,2% al 21%. Asimismo, para los próximos doce meses la inflación esperada se ha reducido en un punto porcentual dado que se ubicó en 17,9%. En tanto, respecto al tipo de cambio, el mercado espera para diciembre de este año una cotización del dólar de $17,6, es decir, 20 centavos por debajo del relevamiento previo. Por otro lado, en términos de niveles de actividad, el mercado reajustó en 0,1% hacia abajo el crecimiento del PBI que se espera para 2017, estableciéndose en 2,7%.
Por otro lado, según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), la liquidación de divisas en concepto de granos exportados de la última semana se ubicó en US$599,59 millones, es decir un aumento de 25,2% respecto a igual semana de 2016. Asimismo, esta cifra representa el mayor monto liquidado de los últimos ocho meses. Esto se explica por el factor estacional de la cosecha gruesa. Pese a ello, en el acumulado anual, se registra una merma de 16,91% respecto al primer cuatrimestre del año pasado.
Respecto al nivel de actividad, esta semana el INDEC publicó su informe sobre la Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria (UCI) correspondiente al mes de marzo. En el informe se observa que la UCI fue del 65,7%, es decir que respecto a febrero se observa un aumento de 5,7 puntos porcentuales. Asimismo, respecto al tercer mes del año pasado se aprecia un incremento de 0,9%. En términos desagregados, los sectores que más intensamente utilizan su capacidad instalada son: papel y cartón (87,7%); refinación de petróleo (79,9%) y producto del tabaco (76%). Por el contrario, en el otro extremo, se encuentra a la industria automotriz con un 48,2%. Por otro lado, según la Asociación de Fabricantes de Cementos Portland (AFCP) los despachos totales de cemento (incluido exportaciones) lograron un incremento interanual de 10,7%, mientras que si se analiza la demanda interna los despachos lograron una variación positiva de 11,6% respecto a abril de 2016. Asimismo, en términos acumulados, durante el primer cuatrimestre se registró una demanda interna de 3,5 millones de toneladas, es decir un incremento de 7 puntos porcentuales respecto a igual periodo del año pasado. Otro indicador del nivel de actividad surge del Colegio Escribano de la Ciudad de Buenos Aires, quien calculó que la cantidad de escrituras de compraventa de inmuebles de marzo obtuvo un crecimiento interanual de 43,7%. A su vez, se firmaron 4.509 registros por un monto de $9.269,7 millones, es decir un 106,2% más que en igual mes del año pasado.
En el plano monetario, en el mes de abril el BCRA emitió $30.697 millones en concepto de compras neta de divisas al Tesoro. Asimismo, en el acumulado anual la entidad monetaria ha inyectado $78.106 millones mediante esta vía, cifra que representa el 52,1% del monto en pesos pautado que el BCRA transferirá al Tesoro en 2017.
¿Un mundo que empuja o traba?
El último tiempo ha estado cargado de noticias provenientes del exterior que dan cuenta de un mundo cambiante, en transición. La salida del Reino Unido de la Unión Europea y la victoria de Trump en los Estados Unidos fueron las alarmas que en el 2016 alertaron sobre un creciente malestar social asociado fundamentalmente al avance de la globalización. Pasados algunos meses y, hasta el momento, ninguno de los acontecimientos ha cambiado radicalmente el escenario internacional. Principalmente en lo relativo a Estados Unidos, se observa a un Trump limita do a la hora de llevar a cabo sus propuestas de campaña más radicales. En Europa, el temor por el avance de candidatos nacionalistas y aislacionistas luego del Brexit parece haberse aplacado considerablemente con las elecciones en Francia (el país más importante junto con Alemania en la política europea) que tendrán su segunda vuelta este domingo. SI bien nada estará decidido hasta el cierre de los comicios, todas las encuestas otorgan un amplio margen al candidato del centro Emmanuel Macron por sobre la candidata del frente nacionalista de ultra derecha, Marine Le Pen. La polarización es clara en todos los temas y esto no escapa a la economía. Le Pen propone abiertamente una política antieuropeísta y aislacionista: salir del euro, subir los aranceles a las importaciones y fortalecer las fronteras internas para “proteger el trabajo de los franceses”.
Más allá de estas amenazas disruptivas que tienen en vilo a todos los líderes democráticos e integracionistas del mundo, lo cierto es que la economía mundial de los últimos cuatro o cinco años muestra cambios importantes independientemente de que se concrete o no la llegada al poder de estas fuerzas reaccionarias. Estos cambios, tienen consecuencias directas sobre el desempeño de todos los países en general y sobre nuestro desempeño en particular. En primer lugar, con respecto a la tasa de crecimiento del mundo, en el gráfico pueden identificarse dos hechos importantes.
En primer lugar, la desaceleración general de la expansión económica mundial y, en segundo lugar, la mayor desaceleración del crecimiento de los principales socios comerciales de Argentina. Tomando el quinquenio 2003-2007 se observa que el mundo creció en promedio a una tasa anual del 5% o algo superior, mientras que en los últimos 5 años (2012-2016) esta tasa se redujo hasta un promedio del 3,2%. Por su parte, y tomando en consideración los mismos períodos de tiempo, el crecimiento de los socios comerciales con mayor gravitación para el comercio internacional de Argentina pasó de ser de una tasa anual del 5% a una del 2%. Es decir que mientras que la tasa de expansión promedio del mundose redujo en un tercio, la de los socios comerciales argentinos lo hizo en un 60%. De esta tendencia surge la brecha que se observa de manera clara en el gráfico entre el crecimiento promedio mundial y el de los socios comerciales, que no existía en el período analizado anterior a la crisis de 2008-2009. Este fenómeno tiene implicancias directas: un menor crecimiento mundial y de los socios comerciales repercute en la demanda externa argentina por exportaciones, es decir, en el crecimiento interno.
Otro elemento importante para entender qué rol está jugando el mundo, o la globalización, en el desempeño de la actividad local es el índice de términos de intercambio. Luego de haber alcanzado un máximo en el año 2012 como consecuencia de 10 años de crecimiento fuerte y contante en favor del precio de los productos exportados por nuestro país respecto de los importados, el índice comenzó a descender. Este proceso, afortunadamente, se detuvo y mostró una reversión para nada despreciable a lo largo del 2016 pero sin lograr volver al máximo anterior. Si bien esto constituye una noticia positiva, lo cierto es que el permanente “empuje” de los términos de intercambio que caracterizó al período 2002-2012, raramente vuelva a repetirse. Dado el reacomodamiento económico mundial, con una política monetaria por parte de la Fed más restrictiva y con China convergiendo a una tasa de expansión de la mitad de la que mostraba hace 10 años, deberíamos alegrarnos con un sostenimiento de los términos de intercambio en estos niveles.
Las proyecciones de crecimiento para este año y el siguiente, indican que el desempeño de los socios comerciales argentinos repuntará, aunque continuará siendo inferior al del promedio mundial (con una brecha menor).Este escenario de demanda externa débil y con una relación de precios exportaciones/importaciones estable configura un mundo considerablemente menos dinámico para Argentina. Esto implica que la recuperación y el crecimiento sostenido dependerán más de las decisiones propias de política económica y menos del “viento de cola” que sopló durante los últimos años.