El Gobierno considera que necesitará un colchón de reservas más alto porque las reservas netas son negativas en unos USD 4.700 millones. Cuál es el sector de potencial demanda de divisas ante un desarme de los controles cambiarios
Uno de los mensajes que dejó el presidente Javier Milei en la cadena nacional por el primer año de mandato fue una promesa de que en algún momento del 2025 el Gobierno ejecutará el desarme del cepo cambiario, pero el jefe de Estado aclaró que para que eso suceda, el equipo económico monitorea una serie de “stocks” que están en la mira del Banco Central, y cuya solución sería un requisito para salir de las restricciones cambiarias.
El mandatario aseveró, durante su discurso de algo más de media hora, que la salida del cepo tendrá lugar el año que viene, aunque con una secuencia que no fue especificada. En el Gobierno se debate, de acuerdo a las condiciones con las que avance la economía en los próximos meses, si una medida de esa naturaleza se deberá concretar con gradualismo o por la vía de shock.
“La convergencia del tipo de cambio paralelo al tipo de cambio oficial, que estamos viendo en estos días y que no ha ocurrido nunca en la historia de la humanidad, porque siempre el oficial converge donde estaba el paralelo y no al revés”, algo que, afirmó “nos acerca cada día un poco más a la salida definitiva del cepo cambiario, una aberración que nunca debería haber ocurrido y que, con nosotros, se va a terminar el año que viene y para siempre”, apuntó Milei.
En ese sentido, dijo que el equipo económico trabaja en “una solución definitiva para el problema de los stocks del Banco Central, que puede darse ya sea a través de un nuevo programa con el Fondo Monetario y/o a través de un acuerdo con inversores privados”, concluyó sobre ese tema. La cuestión sobre cuáles son los stocks que la autoridad monetaria debe resolver ya habían sido explicados, recientemente, por el titular del BCRA Santiago Bausili.
El funcionario dijo que detectaron que la potencial demanda de salida desde el peso hacia el dólar ante un desarme de los controles cambiarios no estaría dado ni en las pymes que necesiten importar ni en la necesidad de ahorro de las personas sino en empresas multinacionales que tienen retenidos saldos de dividendos que por la prohibición del cepo no pudieron girar a sus casas matrices.
El BCRA había habilitado en mayo una ventana para aliviar la demanda de divisas destinada al giro de dividendos, en una de las últimas licitaciones del Bopreal, el instrumento en dólares diseñado por este Gobierno para reducir la deuda comercial importadora acumulada hacia el final de la gestión del Frente de Todos. Según estimaciones privadas, respaldadas de manera informal por el equipo económico aunque sin un dato oficial consolidado, antes de esa operación del Bopreal existía un saldo pendiente de pago cercano a los USD 6.000 millones.
En una charla en Córdoba, Bausili explicó cuáles deberían ser las condiciones para levantar los controles: “Tiene que haber un equilibrio monetario; estamos muy cerca de alcanzarlo, pero no necesariamente un equilibrio cambiario. El cepo está empezando a ser una barrera de contención para la entrada de divisas, más que una barrera para su salida”.
En este contexto, aseguró que “es muy probable que, bajo este esquema monetario, al levantarse el cepo se convierta en una fuente de liquidez, con entrada de capital externo y sin salida del interno. Mientras tanto, debemos identificar los desequilibrios cambiarios (…) Hay dos o tres focos que aún están afectados por el cepo y representan un riesgo de stock”, explicó durante una charla en la Bolsa de Comercio de esa provincia junto a Guido Sandleris, ex presidente del BCRA en el mandato de Mauricio Macri.
“Quedan dos o tres sectores con liquidez atrapada. Por eso, mientras tanto, liberamos controles en los casos donde no se encuentran atrapados. El comercio es prioritario para nosotros: buscamos que sea lo más libre posible para reducir el costo argentino y facilitar la actividad económica”, expresó el titular del Banco Central. Indicó que los sectores con demanda potencial de dólares incluyen aquellos con “stocks de deuda financiera intercompany y dividendos; son focos con demanda latente”.
“Hay una dinámica de resolver todo de golpe o en etapas: a medida que surgen fuentes de dólares que permiten atender estos stocks, los balances se van reduciendo. Esa rueda avanza poco a poco, pero estamos tratando de corregirla gradualmente”, concluyó Bausili al dirigirse a su antecesor en el cargo.
Milei, en ese sentido, aseguró que la solución para acelerar ese proceso podría llegar por la vía de un préstamo del Fondo Monetario Internacional, un proceso que recién está en su etapa inicial de conversaciones preliminares para saber si el organismo podría aportar financiamiento adicional y bajo qué condiciones.
Una alternativa que estuvo sobre la mesa durante los últimos meses pero que el Gobierno no terminó de concretar fue el de un crédito directo de un grupo de bancos internacionales hacia el Banco Central para reforzar las reservas. En el equipo económico mantienen los detalles de esas negociaciones en reserva en esta última parte del año, aunque los términos en los que se habló fue el de un préstamo por unos USD 3.000 millones, con los Bopreal como garantía, con un plazo y tasa de interés a definir pero que podría ser al menor a los tres años y por debajo del 10% anual. Si bien el riesgo país es un reflejo directo del costo de financiamiento para el Tesoro y esta es una operación en manos del BCRA, una mejora en el clima financiero para los activos argentinos podría ser más favorable para las condiciones de emisión.
El ministro Luis Caputo hizo referencia, recientemente, a que además de la inflación a la baja y de una caída en el ritmo del crawling peg, el Gobierno necesitará ese colchón adicional de reservas para poder activar una salida del cepo. Según estimaciones de la consultora LCG, hasta fines de noviembre las reservas netas eran negativas por USD 4.700 millones.