El mayorista valía $ 37,60 a fin de 2018. Sobre el filo del fin de año, por la intervención oficial no cede de $ 59,99. Con un cepo reforzado, el blue volvió a tomar protagonismo
El dólar lo hizo de nuevo: se disparó. El año electoral lo vaticinaba; ante la incertidumbre sobre lo que venía, los argentinos se refugiaron, otra vez, en la moneda estadounidense.
El último días hábil de 2018, el tipo de cambio mayorista cerró en $ 37,60, mientras que el este lunes, el precio se jó en $ 59,99. Esta diferencia representa un alza de poco más del 60%; pero existe un dato aún peor: de la mano del cepo «hard», el blue se catapultó 92% en el mismo período.
Si bien la versión oficial del dólar saltó en dos momentos puntuales, en marzo y en agosto, en el mes de las PASO fue el quiebre, el «antes y el después».
Luego de que en febrero el Banco Central (BCRA) lograra llevarla tasa de las Leliq a perforar el 44%, en marzo la demanda de dólares comenzó a crecer. No se le puede atribuir el apetito por el billete verde a que la tasa real positiva se había achicado, pero fue parte de un combo, en el que también estaba el descontento del inversor por el impuesto a la renta financiera, la dependencia de los fondos que tenían que llegar del FMI, y las definiciones sobre los candidatos que competirían en las PASO.
Pese a que no hubo un detonante específico, en marzo el dólar mayorista pasó de $ 39,05 de n de febrero a un máximo cerca de n de mes de $ 43,77; un alza de 12%. La posibilidad de que el billete llegara a $ 45 inquietaba al mercado. Las consecuencias fueron contundentes: la inflación trepó a 4,7%.
Sin embargo, números peores llegarían meses después, tanto para la devaluación como para el índice de precios.
Las elecciones primarias anticiparon grandes chances de que Alberto Fernández obtuviera la presidencia en octubre, con Cristina Fernández de vice, y el lunes posterior el dólar se disparó más de 17% en una sola jornada, de $ 45,15 del viernes 9 de agosto, a $ 52,90 del lunes 12. No obstante, si se toma el valor previo a las PASO y el pico de $ 60,30 del miércoles 14, el salto ascendía a 33,5%.
Ese episodio, el del día después de las PASO, todavía está en debate. La demanda se incrementó, eso es indiscutible. Los inversores se asustaron porque el candidato oficialista market friendly, Mauricio Macri, podría no continuar por un segundo mandato y había muchas dudas sobre las políticas que pudieran tomar Fernández-Fernández. La gran controversia se generó en torno al Central, entidad que no intervino el lunes 12, cuando en jornadas de muchísima menor volatilidad sí reaccionó para impedir movimientos bruscos.
La escalada del dólar provocó tal impacto que poco después se sumó el temor a una confiscación de los depósitos en dólares, y la desconfianza de los inversores al momento de tomar deuda. Fue el turno entonces de «reperfilar», primero, a n de agosto, y del cepo cambiario, después, a comienzo de septiembre.
Así fue cómo resurgió el cepo, control del cual el gobierno de Mauricio Macri se vanaglorió de levantar en diciembre de 2015, a pocos días haber asumido como presidente. Igualmente, esta primera versión fue considera «light», porque los individuos tenían un importe máximo de compra mensual de u$s 10.000, cuando el promedio de compras por mes no llegaba a u$s 2500.
El cepo light duró poco, menos de dos meses. El lunes 28 de octubre, ya con Fernández confirmado como presidente en las elecciones del domingo previo, debutó el cepo más duro: el que no solo le impidió comprar dólares a las empresas sino también a los individuos ya que la suma mensual disponible se redujo a u$s 200.
El cepo también hizo revivir al blue. La versión ilegal del dólar había terminado 2018 en $ 39,75, se mantuvo entre $ 40 y $ 46 hasta que, tras las PASO, tocó un pico de $ 62, y con las restricciones de septiembre, llegó a $ 63,50. En $ 75,75 fijó un primer techo, justo antes de las elecciones; luego marcó el récord de $76,50, hito de la semana pasada, debido a que se espera que pueda arrimarse al dólar «turismo», el dólar más el impuesto de 30%, que por ahora da $ 82.
Además, entre decretos y la ley de solidaridad social, «nacieron» unos 15 valores distintos para el dólar. Según Esteban Domecq, economista y Director de Invecq, la variedad de precios para el dólar sólo provoca más complicaciones en la economía y deja una duda: «¿Cuál es el verdadero valor del dólar?»