La inversión extranjera directa alcanzó los 548 millones de dólares, la cifra más alta desde 2011. Liderazgo de la siderurgia y el sector petrolero
Poco a poco, y con la mayor parte de las fichas puestas en Vaca Muerta, la inversión en la economía real comienza a tomar forma.
Si bien está lejos de la lluvia de inversiones que el Gobierno anhela desde que llegó al poder, en octubre la Inversión Extranjera Directa (IED) marcó un ingreso de 548 millones de dólares, la cifra más alta desde el año 2011, cuando en un mes los extranjeros desembolsaron u$s569 millones para actividades productivas.
Los datos forman parte del informe del mercado de cambios que elabora el Banco Central y destaca que los sectores “Metales Comunes y Elaboración” (u$s300 millones) y “Petróleo” (u$s106 millones), concentraron el 75% de los ingresos por el concepto. Ambos sectores están vinculados de manera directa e indirecta con la actividad en el yacimiento Vaca Muerta, hoy en día el principal foco de atención de los extranjeros que apuestan por invertir en Argentina.
De todos modos, este ingreso de fondos no evitó que el saldo de todas las inversiones de no residentes, incluyendo a las de portafolio termine siendo negativo en octubre, en lo que fue el séptimo mes consecutivo de salida neta.
En concreto, esta tendencia comenzó en abril, cuando se produjo la primera corrida contra el dólar, motorizada por la ola de ventas de Lebacs en manos de inversores extranjeros, en el día previo a que entre en vigencia un impuesto a no residentes sobre esas letras del Banco Central.
Luego, la volatilidad se adueñó del mercado de cambios, y en un contexto externo mucho más cauto, hubo más inversores que salían de activos locales que aquellos que entraban para subirse a la bicicleta financiera.
“Los egresos netos por inversiones de cartera de no residentes estuvieron explicados tanto por compras de moneda extranjera desde tenencias en pesos (u$s785 millones), como por la salida de fondos que se encontraban depositados en moneda extranjera (u$s46 millones)”, explicó el Central en referencia a los números de octubre.
Estos datos muestran que más allá de que las tasas altas le aportan gran atractivo a muchos activos locales, la aversión al riesgo puede más. Y eso en parte es lo que explica que el riesgo país siga en niveles elevados más allá de que el dólar en octubre operó estable, y hasta con una marcada baja.
Por otro lado, el informe del Central también señala que en octubre hubo ingresos netos de préstamos y títulos de deuda del exterior por u$s478 millones y cancelaciones de préstamos locales por u$s32 millones. “Los ingresos de deuda se observaron, principalmente, en los sectores ‘Industria Automotriz’ y ‘Petróleo’”, sostuvo el ente monetario.
Así, con todo esto, en octubre la cuenta capital y financiera cambiaria del sector público y BCRA cerró con un superávit de u$s6.610 millones, explicado principalmente por el desembolso del segundo tramo del programa Stand By acordado con el FMI por u$s5.668 millones y el ingreso de dólares del por colocaciones netas de Letes por unos u$s1.100 millones.