El BCRA llevó a cabo la mayor expansión monetaria en 30 años. Se esperan una emisión aun mayor. Analistas advierten más presión sobre el dólar y ven a las reservas y a la inflación como variables clave a seguir de cerca.
Todos saben que va a venir un nuevo rally del dólar pero nadie sabe cuándo. La emisión monetaria que viene llevando a cabo el Gobierno en medio de la crisis desatada por el coronavirus representa mayor presión sobre el tipo de cambio futuro y analistas consideran que la calma actual del contado con liquidación luce transitoria. Desde el mercado se descuenta otro salto en el tipo de cambio aunque la clave pasa por determinar el timing de dicho salto, la cual se estima que ocurra en los próximos meses, con mayor presión cuando se reabra la economía y los billetes y monedas vuelvan a circular.
Desde comienzo de año hasta mayo del corriente año, el BCRA giró como transferencias transitorias al Tesoro un total de $1.052.000 millones, representando así una expansión monetaria de 3,5% del PBI. De esta manera estamos de frente a la mayor expansión monetaria al menos desde comienzos de 1990. No conforme con eso, desde el mercado esperan que veamos una continuidad en dicha expansión monetaria y anticipan una nueva avalancha de pesos al mercado por culpa de la mayor cuarentena y del parate económico causado por el coronavirus. Esto puede generar nuevas presiones para el dólar.
Para Marcelo Romano, Economista Jefe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) entiende que la caída de la brecha luce más bien transitoria y no permanente y la expansión monetaria llevada a cabo por el BCRA genera nuevas presiones alcistas sobre el billete.
Seria esperable que otra montaña de plata nueva pueda entrar al mercado en los próximos tres a cinco meses. La causa inicial es el déficit fiscal. Por un lado observamos una baja en la recaudación, la cual va a seguir siendo muy baja en términos reales y allí le va a faltar plata al gobierno. Por cada caída de punto de PBI, el gobierno pierde una recaudación de casi $50.000 a $100.000 millones por mes. A ello hay que sumarle el gasto por pandemia, el déficit mínimo de los próximos meses va a ser arriba de $200.000 millones por mes. Un segundo componente va a estar dado por la emisión de intereses por el déficit cuasi fiscal ya que el BCRA para tratar de bajar la brecha, aumento sustancialmente las Leliq en poder del banco. Todo lo que el Gobierno quería sacar de Leliq ahora las tiene que volver a aumentar. Todo ello suma entre $40.000 a $50.000 millones por mes”, explicó Romano.
Como tercer componente que destaca el economista de PPI es la normalización de la cantidad billetes y moneda que están en la calle y que la gente tiene en el bolsillo y que entre los tres factores llevarían a un incremento en la emisión de entre $200.000 y $300.00 millones por mes, lo que puede generar mayor presión sobre el billete.
“Hay aproximadamente $200.000 millones más en nuestros bolsillos de más respecto de lo que usualmente debería estar para un año normal. Si sumamos los tres componentes, en los próximos meses va a haber una emisión por mes de $200.000 millones a $300.000 millones. El punto básico es como esto va a ser contenido para que no vaya al dólar y más brecha. La respuesta sería más Leliq en poder de los bancos y que el gobierno lo contenga por ahí. Creo que en los próximos meses, veremos mucha emisión y mucha Leliq. En el medio, la brecha puede seguir subiendo ya que muchos pesos en la calle y pocos dólares que el gobierno pueda obtener de comercio exterior ya que las exportaciones van a seguir retenidas a la espera de una mejora en el tipo de cambio oficial”, señaló.
Reactivación de la economía y precios
Se espera que una vez que se reactive la economía y se salga de la cuarentena, la velocidad de circulación del dinero vuelva a reaccionar, haciendo que los excedentes fluyan hacia los precios de la economía real o bien hacia el tipo de cambio. Por ello los analistas siguen de cerca lo que puede ocurrir con los próximos datos de inflación a medida que la cuarentena se relaja o bien, se reabre la economía en los próximos meses. Para este año, la economía sufrirá una contracción del 9,5% y un alza de la inflación de 43,3%, al mismo tiempo que para n de 2020 el dólar oficial alcanzará una cotización de $88,50, según las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que recopila cada mes el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Juan José Vázquez, head de research de Cohen armó que hasta antes de la resolución del BCRA que limitaba la compra de dólares (A7030), el principal driver era la continua pérdida de reservas en periodos en el que estacionalmente el sector privado es oferente de dólares. Sin embargo, ahora y dadas las fuertes limitaciones sobre la demanda la variable clave es la evolución de los precios en la economía real.
Creo que ahora la variable a seguir será la evolución de la inflación, y el impacto que pueda llegar a tener sobre el tipo de cambio real multilateral. Pero en el corto plazo va a depender más de la decisión oficial que de la presión que pueda llegar a generar el mercado”, armó Vázquez.
Desde Quinquela Fondos también recordaron el hecho de que en las últimas semanas se observó como el BCRA reaccionó a una pérdida de reservas sumando nuevas restricciones a las importaciones.
“Esas medidas que fueron en parte anunciadas como transitorias y ayudaron a frenarla pérdida de reservas que se estaba produciendo. Esa pérdida de reservas respondía a los incentivos negativos que genera para el saldo comercial el aumento de la brecha entre dólar oficial y dólar libre y la presencia de un ritmo de devaluación que venía siendo sostenidamente superior a la tasa de interés local”, armaron.
Dólares versus pesos
Recientemente el BCRA perdió importantes cantidades de reservas internacionales. En un periodo estacional alto de reservas, el BCRA perdió reservas en dólares haciendo que las reservas netas caigan debajo de los u$s 8000 millones y las reservas brutas toquen niveles de u$s 42.800 a finales de mayo. Si a ello se le junta el hecho de que el BCRA debió emitir una importante cantidad de dinero para hacerle frente al parate económico, se da una situación en la que hay cada vez más pesos y cada vez menos dólares.
Mirando hacia adelante, los analistas de la Quinquela Fondos entienden que el riesgo en los próximos meses es que no se puedan reacomodarlos incentivos mediante un ajuste de la brecha o un reacomodamiento de la tasa de interés. En ese sentido, destacan que la variable a monitorear para ellos es la evolución del nivel de reservas netas y la manera en que fluyen las importaciones.
“Es difícil sostener esquemas donde la tasa pierde contra la devaluación, por lo tanto, o se baja el ritmo de depreciación (perdiendo competitividad) o se sube la tasa de interés. Si esos ajustes no se producen, el riesgo es que se vuelvan a perder reservas y el cierre de importaciones deje de ser una alternativa por el impacto que podría generar en los precios internos. En ese contexto, el BCRA podría decidir un ajuste discreto del tipo de cambio similar al de enero de 2014. La variable a monitorear es la evolución del nivel de reservas netas y la manera en que uyen las importaciones. Si los controles se deben extremar para equilibrar el mercado cambiario, aumentan las presiones para una salida más abrupta”, explicaron desde Quinquela Fondos.