Los argentinos retienen 48 días el dinero sin gastarlo, cinco días menos que en 2012 y y un nivel similar a los registros de 2011, un año de fuga de capitales. La contracara es la suba del dólar blue
Cuanto más alta es la inflación, más bajo el valor del peso y más rápido la gente trata de desprenderse de estos billetes. En vez de retenerlos, los argentinos prefieren volcarlos a la compra de bienes o al dólar. En el último mes fueron 48 la cantidad de días que la gente retuvo los pesos acelerándose a los niveles de 2011, tras haberse tranquilizado durante el año pasado.
“La percepción de la gente es que la inflación es muy alta y que ahora es más que antes, entonces se desprende más rápidamente de los pesos”, dijo Manuel Solanet, director de Políticas Públicas de la Fundación Libertad y Progreso. “La inflación esperada es lo que acelera la velocidad de circulación. Es razonable que una persona que tiene un billete que se desvaloriza, tenga más incentivo para desprenderse de él”.
Según los cálculos que hace mensualmente la fundación, el mes pasado la gente mantenía 48 días el dinero en sus manos, al rotar 7,5 veces el dinero circulante y los depósitos a la vista (M2) en el año.
Se trata de una velocidad de circulación superior a la que mostraban los argentinos el año pasado, ya que la cantidad de días que retienen los billetes sin gastarlos es menor a los 50 y 53 días registrados en 2012. Y se volvió a acelerar a los niveles de 2011, un año de fuerte fuga de divisas, con plazos de 44 a 48,5 días.
Este indicador que muestra el factor psicológico de cómo la gente le va perdiendo confianza a la moneda se mueve en función de la inflación, que en septiembre fue del 25,4% anual, según el índice Congreso. Y tiene como contracara el aumento del dólar blue.
“Cuanto más aumenta la brecha cambiaria, más tentación tiene la gente de desprenderse de los pesos y comprar dólares”, agregó Solanet.
Justamente en mayo pasado, cuando el blue llegó a superar los $ 10 pesos, la rotación llegó a su pico y la cantidad de días bajó a 44,6.
En tanto, la expectativa es que en los meses que vienen la rotación sea cada vez mayor si se acelera la inflación y si el blue sigue coqueteando o supera los $ 10.
La aceleración de este año también se explica por la desaceleración del 39% al 26% de la emisión monetaria que realiza el Banco Central respecto del año pasado. Al imprimir menos billetes, pasan más rápido de mano en mano.
La fundación destaca la importancia de monitorear este parámetro: “El peligro es entrar en un círculo vicioso autoalimentado, ya que la mayor rotación hace que se incremente la inflación y esto, a su vez, induce a la gente a desprenderse más rápidamente de la moneda”.
Si bien la tendencia de la velocidad de rotación es creciente, los 7,5 actuales están lejos de los 102 días registrados durante la hiperinflación, en junio de 1989. Pero, según la fundación, la velocidad en economías estables oscila entre 1,5 y 4 rotaciones anuales del M2.