En poco más de un mes pasó de todo en materia económica. Dólar, tarifas, tasas de interés, entre otras tantas variables, se encuadran en un nuevo contexto, al igual que el panorama inversor. ¿Qué papeles pueden subir fuerte? Asesores dan sus recomendaciones para saber en cuáles poner fichas
Nuevo Gobierno, salida del cepo, suba de tasas, devaluación, programa de metas de inflación, acercamiento a los buitres, foro de Davos, tarifazo, achique del gasto estatal, despidos… y hasta billetes nuevos ahora sin caritas de próceres.
Todo esto, y mucho más, pasó en poco más de un mes. Por cierto, la relevancia de estos acontecimientos modificó bruscamente el panorama inversor.
En lo que se refiere al crédito externo y al acercamiento a los mercados internacionales, la mirada ahora está puesta en el conflicto con los holdout.
Las expectativas son grandes y los tiempos para negociar se acortan.
En principio, el Gobierno seguirá acercando posiciones esta semana. De ahí en más, el país puede comenzar a transitar un camino diferente.
No es que las puertas del financiamiento se abrirán de inmediato, pero al menos será otro el mensaje al mundo financiero.
Otro tema que concitaba interés y que este viernes se confirmó era el referido a la llegada de un préstamo de bancos extranjeros (u$s5.000 millones), que engrosó las reservas a más deu$s30.000 millones.
La vorágine de los acontecimientos es tal que prácticamente no pasa un día sin que haya sorpresas en el ámbito económico o político.
Dólar, tarifas, salarios, inflación, tasas de interés, y la lista de variables afectadas sigue.
En este contexto, resulta conveniente repasar cuáles son las diferentes opciones que encuentran los pequeños ahorristas y grandes inversores para transitar un verano movidito.
Para comenzar el análisis, nada mejor que los bonos dolarizados.
¿Por qué? Porque son varios los expertos de la city porteña que los identifican como una de las principales oportunidades de inversión.
Su rally ascendente ya comenzó, pero afirman que aún se está a tiempo para subirse al tren y que los actuales rendimientos lucen atractivos.
Para Quantum Finanzas, la consultora que dirige Daniel Marx, estos papeles presentan un potencial alcista de hasta un 15% en dólares a lo largo del año.
El pago de cupones con atractivos intereses -en esa moneda- y la posibilidad de un incremento de capital en 2016, se combinan para darle ese gran atractivo, además de la ventaja que representa el poder adquirir estos títulos en pesos.
¿Plazo preferido? Según los operadores, los de mediano y largo término, porque los de corto plazo están afectados por todos los cambios que se vienen dando en el plano económico. En la jerga se los llama los del «tramo medio y largo de la curva».
A modo de ejemplo, puede tomarse el caso del Bonar 2024 que, según Quantum, brinda:
-Tasa de retorno: 8,4% en dólares (que podría caer al 7% anual).
-Ganancia: 15% (incluyendo cobro del cupón y suba del precio).
Algo parecido sucede con los bonos Discount:
-Rendimiento: 8,3% anual.
-Demanda firme (interna y externa).
-Ganancia proyectada: algo más del 15%.
Las recomendaciones de aquellos analistas que siguen muy de cerca la deuda argentina no difieren demasiado en cuanto al atractivo que ofrecen los bonos en dólares.
El consenso es que los ahorristas que quieran comprar deberían evitar los títulos de plazos más cortos, como el Bonar 2017 o 2020, y concentrarse en el que vence en 2024 (Bonar 2024) o en el Discount.
Subrayan que van a ser los más beneficiados en el caso de una mejora en la calificación de deuda de la Argentina.
«El arreglo con los holdouts podría darse en el corto plazo. De ocurrir, los bonos largos son como un caballito de batalla, porque pagan cupón del 8%», apunta Rubén Pasquali, operador de Mayoral.
Sabrina Corujo, de Portfolio Personal, se expresa en igual sentido: «Los largos siguen siendo los más recomendados. Además, si se observan los rendimientos que ofrecen títulos similares de otros países, uno ve que tienen margen para crecer».
Por cierto, los bonos en dólares no son los únicos activos a los cuales se les puede poner fichas.
Títulos que ajustan por CER
La decisión de tomar como referencia al IPC de Ciudad de Buenos Aires para calcular el CER fue recibida con algo de cautela por los operadores y analistas.
En la city porteña no eran pocos los que esperaban que el Gobierno optara por el índice de San Luis, que es el que viene registrando mayor ascenso, lo que le hubiere conferido más atractivo a estos títulos.
«Si bien hay algo de cautela con los bonos que ajustan por CER, estos se presentan como una buena opción para invertir a corto plazo», comenta Adrián Mayoral, de Mayoral Bursátil.
Si bien el índice de San Luis no fue elegido, los inversores destacan que el cambio por el de Buenos Aires fue un avance en comparación con haber seguido utilizando la inflación medida por INDEC para el cálculo.
«Al menos los números de la Ciudad de Buenos Aires gozan de una mayor credibilidad y el mercado considera que son un dato confiable», destaca a iProfesional el economista Ramiro Castiñeira.
Más a mediano plazo, a partir de la normalización del INDEC -ahora conducido por Jorge Todesca- llegará el dato de una inflación más realista.
De ocurrir, bonos como el Bogar 2018, el Discount o el Par en pesos deberían tener su lugar en la cartera inversora.
Según Quantum Finanzas, tienen la capacidad de brindar rendimientos de hasta 7% medidos en dólares (el año pasado brindaron más del doble que los títulos dolarizados).
«Nuestra recomendación es hacer inversiones en moneda local, a través de bonos soberanos que ajusten por tasa Badlar y, en menor medida, por inflación», apunta Esteban Pereiro González, gerente de Inversiones de HSBC Argentina.
Bonos dólar linked
Los títulos que pagan la suba del dólar oficial más un plus han perdido preponderancia y ahora evolucionan con relativa normalidad.
Se estima que terminarán rindiendo entre un 7% y un 10% anual en esa divisa.
Para la directora de Cohen Bursátil, Jackie Maubré, estos papeles tienen una perspectiva interesante, en caso de querer «armar una cartera equilibrada de cara a los próximos seis meses».
Pasquali, de Mayoral, también los elige por ser «los activos más baratos del mercado». Entre los más negociados, se queda con el Bonad 2017 y el Chubut 2019.
Con una inflación estimada en 25% y un posible ajuste en niveles similares del tipo de cambio, el bono cuesta $1,25 menos que el dólar oficial, a lo que debe sumarse la ganancia a raíz del rendimiento, afirman los analistas.
El discreto encanto de las Lebac
Para muchos operadores, las Letras del Banco Central (Lebac) son una muy buena opción de inversión, a partir de la fuerte suba propiciada a las tasas de interés.
En particular, para quienes buscan alternativas rentables en pesos.
Lo curioso de estas Letras es que si bien están presentes en el mercado desde hace tiempo -y gozan de amplias ventajas-, siguen siendo prácticamente desconocidas para el público en general.
Por ejemplo, ofrecen liquidez inmediata, ya que tienen un aceitado mercado secundario al que se ingresa a través de un agente de bolsa. Sumado a ello, su bajo costo de entrada y su total transparencia.
Luego del ajuste del dólar, el rendimiento actual es de por sí atractivo, en un contexto en el que el Banco Central comenzó a incrementar la tasa para incentivar las colocaciones en moneda local.
Hoy día rinden entre 5 y 6 puntos por encima de los plazos fijos: en la última licitación, dicha tasa quedó estipulada en el 30,75% anual, frente al 25% que pagan los depósitos a treinta días.
El intrincado mundo de las acciones
Por el lado de las acciones, la mayoría de los analistas coincide en que más allá de la extrema volatilidad que han mostrado en enero, surgen interesantes oportunidades de compra.
«Creo que este año va a ser bueno para el campo accionario», afirma Pasquali, en forma coincidente con Corujo, para quien los papeles de varias empresas se perfilan como muy buenas apuestas por la normalización financiera a la que apunta el Gobierno.
En el caso de las compañías petroleras, que son las que más han sufrido el derrumbe del precio del crudo, el mayor atractivo se vincula con los bajos precios en los que quedaron varios papeles, de modo que un eventual futuro repunte, traería grandes alegrías a quienes apuestan por ellos.
Otro sector interesante es el eléctrico. Una vez conocido el nuevo esquema tarifario se espera una recomposición de los estados financieros de las compañías, tanto de aquellas vinculadas con la generación como las de distribución.
Pasquali considera que aún es un buen momento para comprar acciones de Pampa Energía: «Más allá de que subió mucho en 2015, venía muy atrasada».
Otro rubro a considerar es el bancario, habida cuenta de que a partir del cambio de autoridades en el Banco Central, se han desregulado una serie de normativas que limitaba el accionar de las entidades, más que nada en lo que hace al «pricing».
«Creo que los bancos tendrán buenas ganancias. En algunos casos pueden llegar a duplicar a las del año pasado», afirma el analista de Mayoral.
En su opinión, «el potencial de este sector se agigantará si la negociación con los holdout resulta exitosa. Grupo Galicia tiene opciones y se puede operar más, pero Macro y Francés también son muy buenas alternativas».
«En otros rubros, a Siderar y Aluar les puede ir bien, mientras que entre las petroleras, la venta de Petrobras puede estar atada a una suba de corto plazo», sostiene Gabriel Holand, CEO de HRGlobal.
«También YPF está muy barata y el hecho de que tenga la bandera argentina le permitirá mejorar su calificación» añade.
¿Qué paso en enero?
Al analizar los resultados obtenidos por el conjunto de papeles más representativos del mercado local -incluidos en el llamado Merval 25-, se observa la existencia de dos grupos de acciones con comportamientos muy diferenciados.
Entre las ganadoras del mes, el sitial de honor lo ocupa Mirgor (+48%), continuando así su escalada ascendente de casi el 200% que tuviera lugar en 2015.
Más abajo se ubican Macro (11%) y Pampa (10%), revitalizada por los anuncios vinculados al sector energético y su oferta para hacerse de Petrobras .
En cuanto a las compañías con peor desempeño, se destaca el derrumbe de las acciones de Cresud, San Miguel y Aluar, que perdieron en promedio un 20%.
Por debajo se ubica Petrobras, afectada por el desplome del precio en el mercado internacional del crudo y por el escándalo de corrupción en el que se ve involucrada. También ha sufrido una fuerte caída Caputo, que rondó el 15%.
Por el lado de los títulos públicos, los grandes ganadores del mes fueron los cupones atados al PBI en dólares con ley argentina, que treparon 7%.
Le siguieron los bonos de la Ciudad de Buenos Aires al 2019 bajo el sistema «dólar linked»(BDC19).
Por debajo se colocó el de la Provincia de Buenos Aires (al 2017), en dólares bajo ley de Nueva York (BDED).
También les fue bien a otros bonos en esa moneda, el Global 17 y al Bonar X, que tuvieron un alza del orden del 4%.
En cuanto a otros títulos dolarizados, tanto el Discount como el Par registraron mejoras que llegaron al 5%, según la jurisdicción bajo la cual fueron emitidos.
Para el resto de las inversiones, los plazos fijos rindieron un poco más del 2% en el mes, por lo que perdieron terreno frente a la inflación (en torno al 4% para enero) y que este año podría alcanza el 30%.
Finalmente, el dólar vuelve a ser noticia, sobre todo el que se negocia en bancos y casas de cambios.
Su cotización en el mercado oficial avanzó un 5% mientras que el precio del blue -del que ahora poco se habla aunque sigue existiendo-, prácticamente no mostró variación alguna.