Alberto Fernández reinstaló la polémica, el asegurar que el tipo de cambio actual «es una ficción»
Además de su controvertida declaración sobre las Leliq, el candidato presidencial del kirchnerismo, Alberto Fernández, dejó polémicas consideraciones respecto al comportamiento del dólar. Así, reinstaló el debate sobre si el tipo de cambio volvió a estar atrasado, luego de la megadevaluación del año pasado.
Fernández dejó no una sino varias definiciones que apuntan en la misma dirección. Entre otras cuestiones, dijo que el actual precio del dólar «es una ficción», además aseguró que la cotización se moverá para arriba «y todo el mundo lo sabe», para concluir que el país precisa un tipo de cambio alto «para promover las exportaciones y generar las divisas necesarias para pagar la deuda».
Y para rematar explicó que el campo no liquida pese a la cosecha récord «porque todos saben que el dólar está subvaluado y están esperando que se sincere». «Estoy convencido -concluyó- que un dólar atrasado nos condena al peor escenario».
Para medir hasta qué punto el dólar volvió a atrasarse, luego de varios meses de comportamiento estable o incluso a la baja en un contexto inflacionario, la mejor forma es seguir la evolución del Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM), que compara la evolución de las monedas de los principales 12 socios comerciales de la Argentina, además de la inflación en cada uno de ellos. Así surge si la moneda se está atrasando o no respecto a los países con los que la Argentina mantiene una fluida relación comercial.
El actual nivel de tipo de cambio real se ubica en 110,7 puntos, con el dólar cotizando a $44,93. El 25 de abril de 2018, justo antes de que comenzara el fuerte proceso devaluatorio, ese índice era de apenas 89,5 puntos. En ese momento el tipo de cambio cotizaba a $20,50.
De estos valores se desprende que el tipo de cambio actual es un 24% más alto que la cotización pre-devaluación. Llevado a abril de 2018, sería un dólar en aquel momento de $25,40.
Sólo se registró un dólar más alto en términos reales después del segundo episodio devaluatorio en agosto de 2018. Sin embargo, esa mejora conseguida por un tipo de cambio más alto fue rápidamente eclipsada por el aumento de la inflación.
Quienes sostienen, como Alberto Fernández, que este dólar es «una ficción» argumentan que sólo se mantiene en estos niveles por la venta de divisas que realiza el Tesoro con dinero del FMI (USD 60 millones todos los días) y las elevadas tasas de interés que el Central paga por las Leliq. Si no existieran estos dos factores, el tipo de cambio de equilibrio sería mucho más alto.
En el Central, en cambio, sostienen que se trata de una situación marcada por un alto componente de incertidumbre electoral. Por lo tanto, hay que pagar un «premio» mayor a los ahorristas para que se queden en pesos. Una vez despejadas las dudas, sostienen, se podría ir a un esquema más normal. Es decir tasas más bajas porque ya no habría peligro a un nuevo salto cambiario.
Claro que todo esto dependerá cómo tome el mercado el resultado de las PASO y posteriormente quién resulte ganador en la elección presidencial. Dependiendo de quién gobierne a partir del 10 de diciembre tendría más o menos problemas para mantener una determinada cotización.
El mensaje de Alberto Fernández sobre la necesidad de un dólar más alto podría promover una mayor corrida sobre el tipo de cambio si el resultado de las PASO lo deja más cerca de convertirse en nuevo presidente. Si está decidido a promover un salto cambiario, los inversores se tratarían de adelantar para comprar dólares «baratos» antes que se produzca la nueva devaluación.