El BCRA subió la tasa de referencia a 28,75%, 1 punto porcentual. En las dos reuniones de tasas desde las elecciones hizo ajustes hacia arriba. Reacciona ante expectativas que se alejan de la meta 2018.
El Banco Central (BCRA) subió ayer la tasa de referencia por segunda vez en dos semanas, con el objetivo explícito de responder a expectativas que se alejan de su meta del 10% para el año próximo y de forzar una desaceleración de la inflación. Tras la victoria electoral oficialista del 22 de octubre pasado el centro del corredor de pases a 7 días ya fue elevado en 250 puntos básicos hasta 28,75%, interrumpiendo seis meses de estabilidad. Ayer, además, el titular de la entidad Federico Sturzenegger hizo declaraciones que indicaron que moderará la compra de dólares al Tesoro, lo que reduciría la emisión monetaria y anclaría al dólar: más artillería para intentar aplacar el ritmo de avance de los precios.
«Las expectativas de inflación para fin de 2017 aumentaron respecto al mes anterior de 22,0% a 23,0% para el IPC a nivel nacional. La inflación esperada a 12 meses vista aumentó de 16,9% a 17,3%, mientras que se espera un aumento en el nivel general de precios de 16,0% para 2018. Las expectativas se mantienen por encima de las metas de inflación», explicó el comunicado de Política Monetaria distribuido ayer.
La autoridad monetaria se mostró preocupada por la inflación «núcleo», la que abstrae subas estacionales o de una sola vez, para después de las subas de tarifas de gas, electricidad y transportes que se esperan para los próximos meses.
«Los indicadores de alta frecuencia monitoreados por el BCRA muestran desde octubre una menor inflación. Estos datos sugieren que la inflación núcleo ha retomado su dinámica descendente, aunque todavía se encuentra por encima del nivel buscado. La autoridad monetaria procurará acentuar la baja inflacionaria y minimizar el impacto de los próximos aumentos de precios regulados», agregó el texto.
«El BCRA espera que, con este incremento en el sesgo contractivo de la política monetaria, la tendencia decreciente de la inflación núcleo se consolide más rápidamente en los próximos meses, de manera de converger al objetivo de inflación de 10% 2% para 2018», concluyó.
Dos subas de tasa de referencia en tan sólo dos reuniones del Consejo de Política Monetaria que tuvieron lugar desde las elecciones legislativas de octubre sorprendieron a bancos y analistas, que no esperaban cambios. Un sondeo de Bloomberg entre 11 economistas arrojó como resultado 10 votos por la tasa sin cambios y un voto que esperaba una baja.
«Sube la tasa de referencia formal ante expectativas que aún después de la última suba, no sólo no se le alinearon, sino que le siguieron divergiendo respecto de las metas», dijo Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma. «Esto deja en claro que tuvimos un lapsus de seis meses donde el BCRA se apartó de la línea. Primero no subió la tasa con divergencia expectativas y después fue subiéndola solapadamente», agregó.
Para los analistas, la sorpresiva suba puede tener un efecto en expectativas (que es lo que busca domar Sturzenegger).
«A nuestro parecer, el Presidente del BCRA quiere tomar las riendas y domar las expectativas de inflación. Es decir, hasta el momento el ente monetario respondía con la tasa de interés cuando la inflación venía por encima de lo planeado (…) Quizás de esta manera, logre cerrar lo que el BCRA llama gap de credibilidad, la diferencia entre la inflación esperada y las metas anunciadas», escribió en un informe la Consultora ACM.
Para Martín Vauthier director de Eco Go, la suba de tasa en sí no va a frenar la demanda agregada en un contexto en el que el stock de crédito subió 4,3% en octubre y avanza 42% interanual. «Va a haber que estar atentos a lo que hacen los públicos como Anses y Banco Nación, que están otorgando crédito a ritmo acelerado. Sé que Anses moderó el otorgamiento de Argenta, todavía no sé del Nación», dijo.
El foco también estaba ayer puesto en la emisión monetaria para financiar al fisco. El mes pasado el BCRA emitió $ 47.000 millones entre financiamiento directo y compra de dólares al Tesoro (ver página 4). Sturzenegger no considera a las compras de divisas emisión monetaria para financiar al fisco, pero no todos los analistas coinciden con él.
«El financiamiento del déficit, tanto directo (giro de adelantos) cómo indirecto (compra de dólares al Tesoro) también es un factor inflacionario», dijo Vauthier.
Como sea ayer también dio señales de que esas compras podrían espaciarse (ver página 2) con un doble efecto sobre precios: uno, el de menor inyección de pesos a la calle y, el otro, el de eliminar su rol de demandante en el marcado. A igualdad de otros factores, esto tendería a al dólar (según el BCRA el tipo de cambio es uno de los canales de transmisión de la política monetaria a precios).