Dado el éxito de los holdouts en impedir que la Argentina efectúe pagos de intereses de deuda a los inversores en el exterior, no extrañaría que los inversores se muestren renuentes a comprar Boden 2015, los cuales vencen en octubre.
Sin embargo, este temor no debería existir, según consignó la agencia Bloomberg tras consultar a dos bancos de inversión norteamericanos.
Bank of America y Jefferies Group consideran improbable que el multimillonario Paul Singer, titular de Elliott Management, pueda bloquear el pago de los u$s 6.300 millones de deuda con el objetivo de obligar al gobierno a pagarle, ya que se concentra en bloquear pagos de títulos que fueron emitidos recientemente.
Igualmente, si lo intentara, la disputa legal que surgiría no podría resolverse antes del vencimiento del bono, dijo a Bloomberg Jane Brauer, estratega de Bank of America. El temor de que los bonos entren en la mira de los holdouts llevó a un rendimiento más alto en los Boden 2015 que en los Bonar 2024.
La inquietud se agudizó conforme la firma de Singer redobla los esfuerzos por cobrar unos u$s 1.700 millones entre capital e intereses, pasados nueve meses desde que el juez Thomas Griesa falló en contra de la Argentina, lo que forzó al país a entrar en default.
«Es altamente improbable que no paguen. Los bonos representan un rendimiento muy generoso por un riesgo que consideramos muy bajo», dijo Brauer.
El precio de la deuda cayó a 99,2 centavos por dólar y rinde ahora 12,3% ó 3,2 puntos porcentuales más que los pagarés del país a 2024, según datos que recopiló Bloomberg. Los Boden 2015 están en 103,5 centavos por dólar al vencimiento, al incorporarse los u$s 6.300 millones de capital y los u$s 219 millones de intereses que Argentina pagará en octubre.
NML y Aurelius llevaron a cabo recientemente otro de sus intentos para reducir el universo del cumplimiento de la deuda extranjera: este mes pidieron a Griesa que bloquee los pagos de los bonos soberanos regidos por ley local que vencen en 2024, luego de que Economía emitiera unos u$s 1.400 millones en abril.
Los argumentos de los holdouts es que éstos títulos fueron ofrecidos a inversores extranjeros, lo cual los convierte en deuda extranjera y por lo tanto, deberían suscribirse a su fallo.
De acuerdo a Sebastian Vargas, economista de Barclays, sería difícil para los holdouts probar que los Boden 2015 fueron ofrecidos a inversores globales y por lo tanto, que queden alcanzados por el fallo de Griesa. El también recomienda la inversión de éstos títulos.
«Los fondos se mantuvieron por el camino de la menor resistencia a la hora de elegir qué bonos desean incluir en la orden judicial. Para los bonos que vencen en 2015, tendrán que indagar para demostrar el mecanismo por el cual fueron emitidos», dijo Vargas, para quien, si tomaran la decisión de incluir a los Boden 2015, debería tenerse en cuenta que esta estrategia legal probablemente sería apelada por la Argentina, extendiendo los plazos legales.
En un intento por ayudar a la Argentina a evitar los mercados internacionales, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez compró algunos de los valores del país, que su gobierno luego vendió.