Usará la garantía creada por el Central para los servicios de deuda _que los cobros de exportaciones queden en el exterior por seis meses_ para bajar la tasa flotante
YPF puso un pie en el exterior. A partir de una norma del Banco Central (BCRA), que permite poner como garantía los cobros de exportaciones de una compañía para pagar los servicios de deuda, la petrolera obtuvo un préstamo bancario (en concepto de adelanto contra la emisión de bonos) de u$s 50 millones que le permitió tomar impulso para planear una emisión de bonos de un total de u$s 150 millones a 5 años, a colocar en Londres en el transcurso de este mes.
La gran traba es la tasa que el mercado le pide a una compañía argentina. En este caso, de cuánto será el spread que cargarán los inversores a la tasa Libor. Con el juicio con los holdouts pendiendo sobre la cabeza del soberano y la mala reputación que dejó la expropiación a Repsol, la tasa tiene un piso del 10% en dólares.
La idea de la compañía es usar las exportaciones agropecuarias de YPF como garantía para los inversores, de manera que la tasa sea lo más amigable posible. Si resulta impagable, la empresa desistiría de la emisión.
Según pudo confirmar El Cronista de tres fuentes del mercado, la estructura de bonos se apoyaría en la comunicación “A” 5464, del BCRA, que permite aplicar los cobros en divisas de las exportaciones al pago de servicios de deuda de nuevos préstamos ingresados por el mercado local de cambios por emisión de bonos en el exterior, préstamos bancarios o líneas del exterior para financiar nuevos proyectos de inversión para la producción de bienes exportables.
Los fondos podrán ser acumulados en cuentas del exterior en garantía de seis meses de servicios de la deuda.
La empresa, que no quiso hacer comentarios, siempre evalúa la posibilidad de emitir deuda en el exterior. De hecho el año pasado, varios bancos participaron en la búsqueda de financiamiento para la petrolera. Pero la sentencia firme a favor de los holdouts arruinó los planes.
“Se retomó una emisión en el exterior que se venía trabajando el año pasado. Es una emisión más chica, pero más sofisticada, con una especie de garantía de flujos de exportaciones agropecuarias”, explicaron las fuentes. Sucede que como forma de pago de las ventas en fertilizantes y lubricantes, la petrolera recibe granos, que luego exporta.
La exportación de granos es el negocio que garantizará entonces la emisión de bonos corporativos en el exterior, pero por un monto pequeño: 50 a 150 millones de dólares y en el mercado europeo, seguramente la plaza londinense. A 5 años, una emisión chica para probar que se puede salir al mercado internacional. La idea es renovar la línea a medida que los inversores crezcan”, explicaron.
Sin embargo, la tasa -flotante: Libor más spread- se definiría a último momento. El contexto internacional no parece haber cambiado para el país de un año al otro: “El análisis es que no debería afectar a YPF. Por eso el tema de la garantía”, indicaron.
La empresa requiere de la autorización al BCRA –lo resuelve el banco que liquida las exportaciones casi de manera automática– y de la CNV. Se estima que en dos o tres semanas podría conocer la calle.
La primera prueba internacional tras la nacionalización tuvo a su vez una prueba previa. YPF obtuvo un préstamo via underwriting por u$s 50 millones usando la garantía creada por el Central. Las fuentes tampoco quisieron especificar a qué tasa.
Los montos son pequeños para el plan de inversiones de u$s 37.000 millones a cinco años que anunció la petrolera. Y frente al aporte de su nueva socia, Chevron. “Ir a buscar esa plata hoy es imposible”, reconocieron. “Esta emisión es para poner un pie en el exterior que, junto con la salida recurrente en el mercado local, vaya ampliando las bases de financiamiento”.